Uno de los días más celebrados en todo el mundo, independientemente de países y culturas es el Día del Padre.
Es un día muy especial para homenajear a nuestros padres, decirles cuánto los queremos y lo importantes que son para la crianza de los hijos.
Con esta fecha se pretende resaltar la importancia de la figura paterna en la vida de las personas, destacando su rol en la integración y el mantenimiento del núcleo familiar.
Varios países europeos, como Francia o Reino Unido y la mayoría de países iberoamericanos adoptaron la fecha estadounidense, por lo que actualmente festejan el Día del Padre el tercer domingo de junio.
Estos países dejan para el 19 de marzo la celebración del Día Internacional del Hombre, tomando como ejemplo a San José. No obstante, la fecha del Día del Hombre se celebra internacionalmente en noviembre, y no en marzo.
En Rusia, el Día del Padre coincide con el Día de los Defensores de la Patria el 23 de febrero, mientras que en Libia, Jordania y Palestina coincide con el primer día del verano, el 21 de junio.
La idea de crear el Día del Padre surgió en Estados Unidos, concretamente en 1910, cuando una mujer llamada Sonora Smart Dodd quiso rendir homenaje a su padre que había criado en solitario a ella y a sus cinco hermanos, en una granja del estado de Washington. A Sonora se le ocurrió la idea, mientras escuchaba un sermón sobre el Día de la Madre en la Iglesia. Propuso la fecha para el 5 de junio, que era el cumpleaños de su padre.
Cualquier acto que le demuestre a tu padre que te acuerdas de él y que lo aprecias será más que suficiente para hacerlo feliz. Si estás lejos, una llamada, y si vives en la misma ciudad o a poca distancia, quizás puedas hacerle una visita, invitarlo a comer o hacer alguna actividad que os guste a todos.