Las redes sociales son en la actualidad una muy útil herramienta de difusión y aunque sabemos que no siempre son utilizadas para las buenas acciones, también somos conscientes de que entre la montaña de memes, videos virales, noticias y más, siempre hay alguien que está dispuesto a usar el poder de la web para ayudar a las personas que más lo necesitan. Todo esto sin pedir nada más que un RT, like o share a cambio.
Esa es la historia de Miguel Angel Huerta Gutierrez, un catedrático e investigador del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESP), en Guadalajara, que hace año y medio y gracias a una noche de desvelo, comenzó a construir su sueño de hacer prótesis de bajo costo para niños de escasos recursos, un tema en él ya había participado anteriormente pero que ahora, con ayuda de redes sociales, quería hacer más grande y llevar a otro nivel con un sólo objetivo: regresarle la seguridad a los pequeños.
Miguel escribió en su cuenta de Facebook la intención que tenía de realizar prótesis para los pequeños que lo necesitaran, detallando que quien se quisiera sumar a la iniciativa era más que bienvenido. Más pronto de lo que canta un gallo su publicación tuvo respuesta, y varios amigos, conocidos y ex alumnos le brindaron su apoyo. Fue así como nació “Taller Serendipia”.
Este proyecto de Huerta Gutierrez comenzó desde cero, de hecho nos comentó que él se dispuso a pagar todos los costos que tuviera la primera prótesis que realizaría junto con su equipo. A pesar de todo al parecer ese tipo de “sacrificios” no lo tienen preocupado, pues en el futuro espera que puedan crear una asociación sin fines de lucro que se sostenga por sí misma y pueda ayudar a más personas que lo requieran.
“La prótesis que estamos colocando ahorita está basada en cosas que ya había en internet, algo que lo hace más interesante porque esto se volvió ya algo cooperativo. De ahí empezamos a avanzar para crear algo que el día de mañana lo podamos replicar con cualquier niño de México o incluso del mundo”, comentó.
Miguel detalló que el material que se utiliza para la elaboración de prótesis es un plástico que se imprime en 3-D, lo que les permite que éstas sean de bajo costo. Para el diseño de las mismas, Huerta y su equipo se basaron en cosas que han hecho personas en otras partes del mundo y que dejaron sin patente de uso. “Con eso fuimos armando el proyecto y lo modificamos para las necesidades de las personas que comenzamos a atender”, explicó.
Miguel se hizo tendencia en redes sociales el pasado 12 de septiembre, cuando a través de su cuenta de Twitter compartió la primera prótesis de bajo costo que le habían puesto a una niña llamada Sandra, una pequeña que fue seleccionada con anterioridad por el equipo de “Taller Serendipia”, luego de que dieran a conocer los avances de la prótesis y buscaran candidatos para que ésta fuera usada.
Evidentemente tanto la niña como su familia están fascinados con la nueva prótesis que se le ha dado, la cual ya ha comenzado a usar desde hace unos días y que ya está logrando controlar por si sola. La iniciativa de Miguel Huerta, como todo lo bueno que debe ser compartido en la web, ya le dio la vuelta al mundo y llegó a ojos del mismísimo Will Smith, quien felicitó a través de su cuenta de Instagram al buen Miguel por seguir sus sueños y ayudar a los demás.
Este tipazo también nos adelantó que además de estas prótesis mecánicas que comienzan a realizar, también está planeando la elaboración de una prótesis biónica de bajo costo, para la cual ya está trabajando con varias empresas de Guadalajara. Éstas, más sofisticadas, se planean realizar para que los niños puedan utilizar estos aparatos por medio de las conexiones del cerebro y puedan tener aún más movimiento en dedos y articulaciones.
Este tipazo también nos adelantó que además de estas prótesis mecánicas que comienzan a realizar, también está planeando la elaboración de una prótesis biónica de bajo costo, para la cual ya está trabajando con varias empresas de Guadalajara. Éstas, más sofisticadas, se planean realizar para que los niños puedan utilizar estos aparatos por medio de las conexiones del cerebro y puedan tener aún más movimiento en dedos y articulaciones.
Obviamente el costo va a variar en comparación con esta que es mecánica. La primera nos costó cerca de 1500 y 2 mil pesos, pero la meta de esto que tenemos de aquí a seis meses es que nos cuesten de 500 a 750 pesos hacerla. Para la biónica tenemos la meta de que la podamos sacar de entre cuatro y cinco mil pesos, algo que sería una muy buena noticia en este aspecto.
El objetivo que movió a Miguel Huerta y “Taller Serendípia” simplemente fue el devolverle la capacidad, la seguridad y todo a los niños a través de prótesis de bajo costo, las cuales estén libres de patente y que tengan acceso tantas personas como puedan. “Poner la tecnología al alcance de todos y no sólo de unos pocos”, mencionó Huerta.
Bien lo decía el gran David Bowie: Todos podemos ser héroes sólo por un día. En el caso de Miguel, estamos seguros de que él y su equipazo serán héroes por siempre.
