El Derecho a la Ciudad, #Columna “Ejercito constructor y Banco del Bienestar”

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EL DERECHO A LA CIUDAD

Ejercito constructor y Banco del Bienestar

Salvador García Espinosa

Hace unos días, se anunció que se destinarán cinco mil millones de pesos para la construcción de 2,700 sucursales del Banco del Bienestar en todo el país, de las cuales durante el presente año se van a construir 1,350 y el resto durante el 2021, con un total de 10,000 millones de pesos. En otras palabras, se trata de la edificación de más de cien sucursales por mes, con una inversión promedio de entre 3 y 4 millones de pesos por sucursal.

En otras circunstancias esta noticia se podría calificarse como “excelente”, sobre todo para la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) que, al cierre del 2019, registró la peor caída del sector con un 6.9% respecto al 2018 y más aún, porque estas sucursales se pretenden edificar en municipios pequeños, dónde el impacto económico derivado de la construcción sería muy positivo. Pero todo parece que no será así, principalmente por dos factores:

Sub-ejercicio vs Construcción

El primero de ellos tiene que ver con el hecho que, a decir de la CMIC, al cierre del 2019, la construcción presentó una caída significativa, que propició el cierre de varias empresas y la perdida de 152,000 empleos. A decir de Eduardo Ramírez, Presidente Nacional del Cámara, la caída del Sector se atribuye al subejercicio en obra pública, que fue del 65%, algo sin precedentes, pues en años anteriores, se habían presentado por el orden de un 30 y hasta 40% en el peor de los casos.

Para dimensionar la magnitud de este sub-ejercicio, un análisis de la propia CMIC señala que la Secretaria de Comunicaciones y Transportes ejerció durante el 2019 el 65% de los 48,880 millones de pesos asignados para obra pública, mientras que PEMEX únicamente gasto 30% de los 271,065 millones de pesos y la CFE ejerció tan sólo el 23% de los 41,460 millones de pesos que se tenían para ejercer en obra pública durante el año pasado.

Así que la reactivación de inversión en obra pública, si bien, se espera que tenga un impacto positivo en la economía, debe considerarse que en primera instancia será para revertir los efectos negativos del año pasado, antes de considerar un verdadero crecimiento en términos absolutos con respecto a la situación preexistente a finales del 2018.

Soldados constructores

El segundo aspecto, corresponde a la participación de los elementos del ejercito en labores de construcción, pues tal y como aconteció con el Aeropuerto de Santa Lucia, en el anuncio que se hizo de la construcción de las sucursales del Banco del Bienestar, también se indicó que su ejecución será a cargo de los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SeDeNa). Situación que, sin duda alguna, disminuye la derrama económica tradicionalmente esperada de la actividad de la construcción.

Hay que recordar que de acuerdo con estimaciones de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), de cada $100 pesos que se invierten a la construcción, $45 pesos se destinan a la compra de bienes materiales y servicios, lo que impacta positivamente a 67% del total de 262 ramas económicas que integran la actividad económica. Para ilustrar la magnitud del impacto de la construcción en la generación de empleos, conviene señalar que la propia CMIC pronosticó que para el 2020, habría la generación de 6 millones 171 mil 984 puestos de trabajo directos y 3 millones 85 mil 992 empleos generados de manera indirecta.

Sin embargo, la participación del Ejercito permiten aventurar que el pronóstico de la CMIC no se cumplirá y que las estimaciones tradicionales sobre la derrama en obra pública, deben ajustarse a esta nueva realidad.

A decir de la CMIC, las sucursales que se pretende construir deberían estar a cargo de empresas dedicadas a ese ramo y no en manos de personal de la Secretaría de la Defensa Nacional. El presidente de la Cámara explicó, en conferencia de prensa, que esto permitiría generar empleos, dar mayor transparencia y contratar a personas oriundas de las comunidades alejadas donde se planea la construcción de estas sucursales.

Sentido social

Llama la atención, que el principal argumento expresado por el presidente Andrés Manuel López, para justificar la edificación de más de dos mil sucursales del Banco del Bienestar sea en términos de que “la banca comercial no ha cumplido, les ha faltado un poco de dimensión social. Están donde hay mercado, donde ellos consideran que tienen clientes, porque prevalece el negocio, lo mercantil…”. Y efectivamente, todos coincidiremos en que, a una empresa privada no se le puede pedir, que privilegie el sentido social, sobre su propósito principal de generar ganancias a su capital invertido. recursos y ganancias.

Pues lo mismo acontece, en sentido inverso, las inversiones que realiza el gobierno, particularmente las correspondientes a la obra pública, deben evaluarse en todos sus sentidos y procurando el mayor beneficio social para los habitantes del país. En este marco, la participación del ejercito, si bien puede considerarse que le “ahorra” recursos al gobierno, disminuye los beneficios sociales atribuibles al impacto económico derivado de la construcción.

Además, que al ser el Ejercito quien construye, no se transparenta el proceso de licitación para la adquisición de materiales y/o posibles subcontrataciones. Además, claro esta, del agravante de que por mandato constitucional el Ejercito tiene una tarea fundamental que no es la de ser la constructora del Estado, sino tareas relacionadas con la seguridad, asignatura, en la que por cierto existen grandes pendientes.