En una operación realizada por agentes de la Fiscalía de Justicia, dos conductores de una empresa de autobuses turísticos fueron arrestados bajo sospecha de su participación en la identificación y entrega de migrantes indocumentados de Centroamérica, Asia y África a una peligrosa banda de secuestradores que operaba en la frontera entre Sonora y Arizona, Estados Unidos.
Los presuntos responsables, acusados de los delitos de secuestro y tráfico de personas, son dos choferes de la línea comercial Elite. Fueron detenidos por oficiales de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal en Hermosillo, la capital de Sonora, en el noroeste de México.
La investigación reveló que los conductores de autobuses se dedicaban a transportar y entregar a las víctimas a sus cómplices. Estos choferes tomaban fotografías de los migrantes al abordar el autobús en la Ciudad de México y, posteriormente, los entregaban a sus captores en el municipio de Sonoyta, Sonora. Una vez secuestrados, los migrantes eran sometidos a maltratos, filmados y se exigía un rescate a sus familiares en Estados Unidos para liberarlos.
“Los sospechosos detenidos transportaban a 26 personas en un camión de una línea de autobuses de pasajeros en el momento de su arresto. Entre ellos se encontraban 24 individuos procedentes de África y dos de Sudamérica”, informó la Fiscalía.
La investigación se inició a raíz de denuncias e información que revelaron casos de secuestro y maltrato hacia migrantes, quienes eran golpeados con tablas y filmados para exigir un rescate a sus familiares en Estados Unidos.
En la última semana, se han detenido dos autobuses pertenecientes a la empresa Elite, la cual se dedica al transporte de viajeros y turistas en el noroeste de México. En dichos vehículos se encontraron 320 migrantes de 25 nacionalidades distintas.
Entre los migrantes había niños, mujeres, hombres y adultos mayores provenientes de diversas partes del mundo, como Angola, Brasil, China, Camerún, Togo, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guinea, Guatemala, India, Mauritania, Afganistán, Burkina Faso, Egipto, Ghana, Mozambique, Pakistán, Nepal, Marruecos, Nigeria, Senegal, Perú, Uganda y Venezuela.
Durante las investigaciones, la Fiscalía de Justicia recibió el testimonio de una víctima que logró escapar del lugar de cautiverio. Esta persona identificó a dos individuos que ya habían sido detenidos anteriormente por la Policía Estatal debido a su implicación en diversos delitos, incluido el tráfico de personas.
Gracias a esta información, se logró identificar a los sospechosos, quienes fueron reconocidos por una de las víctimas. El martes pasado, se localizó el autobús identificado por dicha víctima y fue interceptado por agentes ministeriales en Hermosillo. Los migrantes a bordo, que portaban permisos falsos para permanecer en el país, junto con los dos choferes del autobús, fueron puestos a disposición del Ministerio Público de la Federación por el delito de tráfico de personas.
Las autoridades federales presentarán a los detenidos ante un juez, mientras que la fiscalía estatal de Sonora cuenta con órdenes de aprehensión por el delito de secuestro en contra de los choferes, quienes operaban en complicidad dentro de la red de tráfico de personas.
La Fiscalía de Sonora ha llevado a cabo esta investigación en coordinación con diversas agencias de seguridad y migración de Estados Unidos, con quienes se ha compartido información para la localización de más víctimas y la identificación de los presuntos responsables de secuestro y tráfico de personas.
En mayo pasado, la organización 1800migrantes.com, con sede en Nueva York, también denunció casos de secuestro y extorsión a migrantes de Ecuador y Colombia en los Estados Unidos. Estas víctimas también viajaban en autobuses de la empresa Elite.
En total, desde mayo hasta junio, se han registrado al menos cinco casos de migrantes que viajaban en camiones de la línea Elite con rumbo a la frontera en busca del sueño americano, sumando más de 500 víctimas de 25 nacionalidades diferentes.
