Una concepción común de las interpretaciones que la humanidad le ha dado a cada fenómeno es creer que durante los primeros siglos de nuestra existencia dependimos exclusivamente de explicaciones mitológicas.
Sin embargo, incluso en tiempos tan remotos como los de la civilización griega que originó algunos de los mitos más célebres en la cultura Occidental, existieron algunos filósofos que hicieron aseveraciones que hoy sabemos ciertas. Algunos de estos visionarios por lo general sufrieron las consecuencias, pues sus postulados iban en contra del status quo e incluso años más tarde la Iglesia se encargó de designar dichos avances como herejías.
Anaxágoras es uno de los filósofos presocráticos que si bien es reconocido por otros términos filosóficos como el nous, también se aventuró en el terreno de la ciencia y la explicación del movimiento de los astros. Además también es considerado por algunos como el primer teólogo de la historia.
Él habría de ser el primer filósofo y pensador extranjero en llegar a Atenas donde se ganó el favor de Pericles, gobernador de la ciudad. Allí él sería el primero en explicar de forma correcta el fenómeno de los eclipses —un tema que ya estaba en boga—, así como de la Luna. El filósofo griego, que habría de fallecer hacia el 428 a.C., hizo una simple premisa que habría de revolucionar nuestra concepción del mundo muchos años después: los astros eran “objetos” y no dioses. Bajo esa premisa, todo objeto era observable y analizable, lo cual lo llevó a creer que la Luna era una roca no muy diferente que nuestra propia Tierra.
Muy interesante, ¿No crees?
Información de: Cultura Colectiva Historia