
Morelia, Michoacán, 02 de noviembre de 2025.- El Consejo Profesional de Empresarios de México (CPEM) expresó su más enérgica condena y su profunda consternación por el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, así como el reciente homicidio del líder citricultor Bernardo Bravo, en el municipio de Apatzingán.

De acuerdo con el presidente del CPEM, Isaac Díaz González, “ambos fueron líderes comprometidos con su gente y con Michoacán que alzaron la voz en múltiples ocasiones ante las autoridades estatales y federales para exigir seguridad, justicia y condiciones dignas para quienes viven y trabajar en sus comunidades”.
“Hoy sus vidas fueron arrebatadas por la violencia que continúa lastimando profundamente a nuestro estado”, aseveró.
Como presidente del CPEM, Isaac Díaz hizo un llamado firme al gobierno federal y al Gobierno de Michoacán para que “actúen con determinación y urgencia frente a la creciente violencia que afecta a los sectores productivo, agrícola, turístico, industrial y de servicios, que rompe el tejido social, económico de nuestras regiones”.

El líder empresarial señaló que la inseguridad no sólo arrebata vidas, “sino que destruye la confianza, desalienta la inversión y vulnera la paz que tanto anhelamos quienes habitamos este estado”.
A continuación, Díaz González cuestionó: “¿Cuántas personas más, cuántos líderes deben ser asesinados para que se escuche el clamor de Michoacán?”.
Por lo anterior, afirmó que el CPEM exige justicia y resultados concretos: “Es momento de pasar del discurso a la acción efectiva y sostenida entre los tres órdenes de gobierno para revolver la tranquilidad y el respeto al Estado de Derecho que nuestra sociedad demanda”.
“Michoacán se viste de luto, pero también de dignidad y esperanza. No podemos permitir que el miedo sea el precio de trabajar, producir o servir a nuestra tierra”, concluyó.





