A partir de julio de 2023, la nueva vacuna contra el dengue comenzará a aplicarse en Brasil. El medicamento es el primero lanzado en el país con el objetivo de prevenir el contagio de la enfermedad, y que puede ser utilizado en individuos independientemente de la exposición previa al virus.
Capaz de proteger contra los cuatro serotipos de virus que causan el dengue, la inmunización llega a la población brasileña en un momento importante. Según un informe del Ministerio de Salud de Brasil, se registraron más de 1.47 millones de casos probables de dengue en los primeros seis meses de 2023. El número es superior al total registrado en todo el año 2022, que fue de 1.45 millones de casos probables.
Las muertes por esta enfermedad también están batiendo récords. A finales de junio, el Ministerio de Salud contabilizó 731 muertes por dengue en Brasil. La cifra es el 70% del total registrado en 2022, que contabilizó 1016 muertes, lo que lo convierte en el año más mortífero para el dengue en el país desde 2015, cuando se produjeron 986 muertes.
“La vacuna ha llegado en un momento de datos alarmantes sobre el dengue, con resultados que muestran una gran eficacia para prevenir la infección y las hospitalizaciones a largo plazo”, afirma Vivian Lee, directora médica del laboratorio japonés responsable de Qdenga, en diálogo con National Geographic.
Datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que el panorama en la región es complejo. En 2022, en las Américas se notificaron un total de 2 809 818 casos con 1290 fallecimientos. La cifra, supone el doble de casos y casi el triple de decesos que en 2021, cuando se notificaron 1 269 004 casos y 437 muertes.
¿Cómo funciona la vacuna contra el dengue?
Desarrollado por el laboratorio japonés Takeda Pharma, el inmunizante comercializado con el nombre “Qdenga” se elaboró a partir de virus vivos atenuados del dengue, es decir, con una parte debilitada del patógeno causante de la enfermedad. Es el mismo mecanismo de vacunas como las de las paperas, la fiebre amarilla y la poliomielitis oral.
Según el director médico de Takeda, Qdenga es una vacuna tetravalente, es decir, protege contra los cuatro serotipos que pueden causar dengue sintomático (es decir, el que genera síntomas). Sin embargo, solo se utiliza el serotipo 2 del virus para componer el inmunizante.
“Los científicos desarrolladores utilizaron el ‘esqueleto’ del serotipo 2 como marco genético, lo que significa que incluyeron proteínas estructurales de los otros serotipos en el cuerpo del virus atenuado de tipo 2 para que la vacuna sea eficaz contra todos ellos”, explica Lee.
“Esto significa que de cada 10 personas vacunadas, el inmunizante previene las infecciones en 8”, afirma Lee. Además, el inmunizante también fue eficaz en un 90% en la reducción de hospitalizaciones, lo que significa que de 10 personas que potencialmente serían hospitalizadas, la vacuna evitó 9 casos.
En los estudios participaron más de 20 000 personas de edades comprendidas entre 1 y 60 años y duraron cuatro años y medio. “El dato más importante es que, al cabo de esos casi cinco años, la vacuna seguía demostrando una eficacia del 84% en la reducción de las hospitalizaciones y de casi el 70% en los casos sintomáticos”, informa el director médico de Takeda.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la vacuna contra el dengue?
En primer lugar, es importante señalar que la vacuna no causa el dengue. Pero, al igual que otros inmunizantes elaborados a partir de virus atenuados, Qdenga también puede causar efectos secundarios.
Según el prospecto del medicamento, los más frecuentes, es decir, los que se dan en más del 10% de las personas vacunadas, son: dolor o enrojecimiento en el lugar de la inyección, dolor de cabeza, dolor muscular, malestar general, debilidad, infecciones de nariz o garganta, fiebre, disminución del apetito, irritabilidad y somnolencia.
Además, entre el 1% y el 10% de los vacunados pueden experimentar síntomas como hinchazón, hematomas y picor en el lugar de la inyección, dolor o inflamación de nariz o garganta, inflamación de garganta y amígdalas, dolor articular y síntomas parecidos a los de la gripe.
Otros efectos adversos, como diarrea, náuseas y vómitos, dolor de estómago, hemorragia en el lugar de la inyección, sensación de mareo, picor en la piel, erupción cutánea, urticaria, fatiga, cambios en el color de la piel en el lugar de la inyección, inflamación de las vías respiratorias y coriza, pueden darse entre el 0,1% y el 1% de las personas que utilizan el medicamento.
Las reacciones poco frecuentes, que afectan a menos del 0,01% de los vacunados, incluyen una rápida hinchazón bajo la piel en zonas como la cara, la garganta, los brazos y las piernas.