Ciudades más verdes. El análisis del Dr. Salvador García Espinosa hoy en “El Derecho a la Ciudad”

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El Derecho a la Ciudad

CIUDADES MÁS VERDES

Salvador García Espinosa

La semana pasada comenzaron a presentarse temperaturas muy similares a las de verano y aún falta que veamos cómo se presenta la primavera. Las evidencias científicas son innumerables y contundentes, estamos presenciando el calentamiento del Planeta por efecto de la emisión de gases de efecto invernadero. El panorama es por demás desalentador, al observar que la ignorancia sigue propiciando que se privilegie la economía sobre las condiciones sociales y ambientales. 

Todo lo anterior a pesar de que desde 1987, con la publicación del estudio ‘Nuestro futuro común’, mejor conocido como “Informe Brundtland”, en donde se estableció como premisa unir esfuerzos por garantizar las condiciones ambientales que permitan garantizar la preservación de la especie humanas. A partir de entonces se han instrumentado una serie de estrategias globales, como el Acuerdo de París y algunas de índoles local, en ciudades que han logrado mejorar las condiciones ambientales, ya sea mejorando el transporte, modificando procesos industriales o garantizando la conservación de los recursos naturales. 

En este orden de ideas, Morelia, como muchas otras ciudades mexicanas, debería incentivar el incremento de áreas verdes en su área urbana. Lejos se está de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud al respecto, de aspirar a una relación de 9 a 12 metros cuadrados de área verde por cada habitante de la ciudad. 

Atrás quedó la estrategia de buscar incrementar la relación de metros cuadrados por habitante, con la creación de grandes parques urbanos, lo que no necesariamente implica una mejora en la calidad de vida de sus habitantes, debido a la distancia con respecto a algunas zonas habitacionales densamente pobladas. En contraposición, desde hace poco más de una década, en las principales ciudades del mundo como Nueva York, París, Berlín, Sao Pablo, se ha instrumentado la estrategia de disminuir la superficie de vialidades para transformarlas en parques pequeños. Tal vez el caso más evidente sea el de Nueva York, donde en el área de Manhattan, en que era común observar vialidades saturadas por sus característicos taxis amarillos y demás vehículos automotores, se ha reducido las secciones viales para integrar pequeñas áreas verdes, se han eliminado áreas de estacionamiento en la vía pública para conformar áreas peatonales y de esparcimiento social.

En Morelia, como en otras ciudades, se observa la carencia de áreas verdes, esto queda de manifiesto cuando se observa el incremento de intensidad o diversificación en el uso de los espacios tradicionales o existentes. Un claro ejemplo de lo señalado acontece en el área conocida como el Planetario o Centro de Convenciones, que constituía uno de los principales pulmones de la ciudad dados sus extensos jardines, al menos antes de que se utilizara para la instalación de la tradicional feria de mayo e innumerables eventos y festivales donde se privilegia la venta de productos.

Morelia requiere con urgencia incrementar sus áreas verdes, pero no como la campaña del año pasado en la que se pedía a los habitantes de la ciudad “plantar un árbol en su banqueta”. No se debe disminuir la escaza superficie peatonal, por el contrario, se requiere disminuir la superficie destinada a los automóviles. Se considera que sólo así se estará en condiciones de provocar un cambio en el microclima urbano para un mayor confort de sus habitantes.