Este mensaje es para los más de 4 millones y medio de mujeres y hombres que han dejado Michoacán para construir su vida en Estados Unidos. Para los que viven allá, trabajan allá pero también para sus familias que viven acá en Michoacán.
Para las y los millones de mexicanos que, obligados por la necesidad y la falta de oportunidades, han cruzado la frontera dejando atrás a su país, sus costumbres, sus raíces. Sé que sus sueños se han construido sobre la añoranza por México y el dolor por las familias rotas.
Pero también lo hago para millones y millones de migrantes de todo el mundo, vengan de donde vengan.
Les doy este mensaje con profundo desconcierto y preocupación. Porque el país que se ha convertido en el hogar de millones de migrantes mexicanos, hoy es gobernado por el presidente más racista que ha conocido la historia de los Estados Unidos de Norteamérica, por un hombre que nos trata como seres humanos inferiores, y nos tacha de delincuentes, asesinos y violadores.
Intento imaginar las razones por las que Andrés Manuel accedió al encuentro con Donald Trump, pero solo vienen a mi mente las imágenes de niñas y niños mexicanos, separados de sus familia, enjaulados, separados de su núcleo familiar porque esa sola imagen, representa o muestra lo que Trump ha intentando hacer con los migrantes mexicanos, ponerle rejas a sus esperanzas y a su futuro.
Lamento que el Presidente de México no tenga en su agenda, en su mente y en su corazón, a los migrantes; que para él su bienestar no sea una prioridad, que no le importen los derechos humanos de nuestros migrantes, que no vaya a Estados Unidos a reunirse con ustedes, sino al revés, con quien ha decidido ser enemigo de los mexicanos.
Los migrantes, contrario a lo que piensa el gobierno federal, son mucho más que remesas, son mucho más que proveedores de dinero para este país.
Los recursos que envían, es mérito de ustedes, que nadie se quiera colgar esa medalla; es incorrecto cuando el presidente dice y presume que llegan más remesas y da un discurso con respecto a los migrantes, pero lo más equivocado es que esos recursos que mandan ustedes con el sudor de su frente y con tanto esfuerzo los considere como parte de su éxito.
Han hecho ustedes crecer a los Estados Unidos y hacen crecer a México, pero sobre todo apoyan a sus familias en los lugares más apartados y más lejanos y lo han logrado gracias a su propio esfuerzo, a su trabajo, al sudor de su frente, por eso, a todos ustedes, paisanas, paisanos, mujeres y hombres de bien, les expreso mi respeto, admiración, apoyo y solidaridad.
Pensando en ustedes, en su sacrificio y en su dolor, le digo al presidente Andrés Manuel:
Nuestros migrantes no necesitan de su anuencia para tener la fuerza, la valentía y el coraje que ya tienen.
Si algo quiere ofrecerles, que sea dignidad, no visite al Presidente que tanto nos ha ofendido y que tanto los ha ofendido, los ha agredido y amenazado, cancele su visita hasta que Trump, muestre respeto por nuestros migrantes, por los derechos humanos y pida una disculpa pública para nuestro país.
Le aseguro, que nada haría sentir más orgullosos y respaldados a la comunidad migrante que un Jefe de Estado que es capaz de defender los intereses y la dignidad de México y de sus ciudadanos por encima de cualquier otra cosa.
Muchísimas gracias.
