Michoacán, México, a 04 de julio de 2019.- Michoacán es el sitio de anidación de tres especies de tortugas marinas, laúd, golfina y negra; cada año, las costas de la entidad se pueblan con estos quelónidos, que colocan sus huevos en la arena, para que las pequeñas crías puedan ingresar al mar y continuar así las especies.
Los campamentos tortugueros instalados en el estado son fundamentales para la conservación de estos ejemplares maravillosos, refirió Ricardo Luna García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Territorial (Semaccdet), que, además, son importantes atractivos para quienes disfrutan del ecoturismo y el turismo de aventura y naturaleza.
En las playas de Maruata, Colola, Mexiquillo, Azul e Ixtapilla se cuenta con campamentos tortugueros que, a la par de sus labores en la preservación de las tortugas marinas, abren sus puertas a los paseantes para llevar a cabo la liberación de las crías al mar.
Luna García destacó que estas acciones suman varios años en la oferta turística de Michoacán y cuentan con gran aceptación, ya que posibilitan que los paseantes, principalmente los más jóvenes, se involucren en el cuidado de una de las especies emblema de la lucha contra el cambio climático, en un entorno lúdico y con un bajo impacto en el entorno.
“Los campamentos tortugueros apuntalan la educación ambiental, orientada al cuidado y el aprovechamiento de los recursos del mar, sobre todo de las tortugas marinas, y esto es necesario para impulsar los esfuerzos para mantener a estos ejemplares”, explicó.
Además, permiten una derrama económica significativa para las localidades que albergan a los campamentos tortugueros y para los propios campamentos, que contribuye a que las poblaciones cuenten con recursos para su manutención y para dar seguimiento a los trabajos de preservación de los quelónidos, expresó el titular de la Semaccdet.
“Los campamentos tortugueros que operan en Michoacán son indispensables para la supervivencia de las especies que efectúan su ciclo de reproducción en nuestras playas, ya que monitorean y protegen los nidos, combaten la depredación de los huevos y las crías y participan de la liberación de los ejemplares”, reiteró Ricardo Luna.
La falta de planificación en el desarrollo urbano y turístico de las zonas costeras, la pérdida del hábitat de las tortugas marinas, la pesca incidental, la contaminación y la depredación son algunos de los factores que atentan contra la supervivencia de las tortugas marinas.
Las tortugas marinas participan en el equilibrio ecológico, al conservar en buenas condiciones las praderas de pastos marinos e incidir en la salud de especies de interés comercial, a la vez que durante la búsqueda de su alimento remueven sedimentos, con lo que promueven la circulación de nutrientes y materia orgánica.
