Cablebús en la CDMX; hoy en El Derecho a la Ciudad del Dr. Salvador García Espinosa

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El Derecho a la Ciudad

CABLEBÚS EN LA CDMX.

Salvador García Espinosa

El pasado domingo 11 de julio, comenzó el funcionamiento un nuevo sistema de transporte público en la Ciudad de México denominado Cablebús, que consiste en un teleférico constituido por cabinas colgadas de una serie de cables, que se encargan a través de un sistema impulsado por electricidad de hacer avanzar dichas cabinas por diferentes estaciones, por lo que en conjunto se considera un sistema de transporte aéreo.

La novedad consiste en usarlo como medio de transporte público, aunque desde el año 2004 se presentaron los primeros casos de uso urbano y no turístico. El más primero y más conocido es en la ciudad colombiana de Medellín, que cuenta con seis líneas y una longitud total de 15.52 kilómetros, satisfacen las necesidades de movilidad de los barrios desfavorecidos de las colinas con el centro de la ciudad. En 2010 comenzó el metrocable en Caracas Venezuela, con poco más de 15 kilómetros y en 2014, en La Paz Bolivia; para el año 2015 se replico la experiencia de Medellín en la ciudad de Cali en Colombia; la ciudad de Río de Janeiro en Brasil incorporó este sistema en 2016 y en Guayaquí, Ecuador en 2020. Estos son solo algunos de los casos más representativos en Latinoamérica, con mayor o menor éxito.

El uso del teleférico como sistema de transporte público urbano en México comenzó en octubre de 2016 en el Estado de México, con una línea que une la parte alta de la Sierra de Guadalupe y la zona baja de la Ciudad de Toluca, con una longitud de 4.9 kilómetros, con 21,000 viajes diarios que representan entre 26,000 y 29,000 pasajeros al día.

En el caso de la línea 1 del Cablebús en la CDMX, tiene una extensión de 9,2 kilómetros, seis estaciones, 62 torres, con 377 cabinas (góndolas), con capacidad de 10 personas, y ofrece una conexión con la línea 3 de metro y la línea 1 de Metrobús. mismo que se estima, permitirá el traslado de cinco mil personas por hora, con un tiempo de recorrido de 33 minutos y en el que los usuarios invertían para recorrerlo un promedio de una hora y media en autobús o automóvil.

La ruta del Cablebús inicia en la parte alta de Cuautepec y a través de cinco estaciones tiene como destino la Línea 3 del Sistema de Transporte Colectivo Metro, en la estación denominada “Indios Verdes” todo esto en la zona alta de la alcaldía Gustavo A. Madero en el norte de la CDMX. Sin lugar a dudas que la puesta en funcionamiento de este sistema de transporte constituye un parteaguas en términos de la movilidad urbana en México y por esta razón, resulta conveniente reflexionar al respecto de los siguientes aspectos:

Del Turista al Habitante.

El teleférico como medio de transporte no constituye ninguna novedad en México, pues se tiene registro de al menos 13 sistemas similares, la mayoría como atractivo turístico, dentro de los que destacan: el caso de las Barrancas del Cobre en Chihuahua, entre el Cerro del Grillo y el cerro de la Bufa en Zacatecas, en Puebla en la zona de los Fuertes y el Centro Histórico, en las Grutas de García en Monterrey, en la ciudad de Durango entre el Cerro de Los Remedios y el Cerro del Calvario. La experiencia en materia turística constituye un excelente antecedente para que, algunas de las ciudades mencionadas, comiencen a explorar el uso del teleférico como medio de transporte urbano, pues dado que ya cuentan con teleférico, el costo de su adecuación se esperaría no fuera tan significativa.

Densidad/Inversión.

La alcaldía Gustavo A. Madero es la segunda más poblada de la CDMX, después de la de Iztapalapa, su densidad en el 2010 fue de 13,599 hab./km², siendo el quinto lugar en cuanto a densidad en Ciudad de México. Al tratarse de una de las zonas más pobladas de la Ciudad, se hace posible que el número potencial de usuarios sea de al menos 144.000 al día, lo que hace factible una inversión tan cuantiosa, pues según se informa se requirió de $ 2.925 millones de pesos (147 millones de dólares), algo que de inicio hace poco factible de instrumentar en otras ciudades del país, sobre todo si se considera que el costo para los usuarios será de siete pesos.

Soluciones tardías a demandas sociales.

Cuautepec es un barrio de la CDMX cuya ocupación principal se realizó a través de un asentamiento irregular sobre predios ejidales que tuvo lugar a mediados del siglo pasado. Además en 1972, una sección del ejido fue expropiado para construir el Reclusorio Preventivo Norte, lo que sin lugar a dudas, vino a deteriorar la imagen y dinámica de la zona, pues la presencia del reclusorio y el difícil acceso a la zona, más la carencia de infraestructura básica, propiciaron la generación de altos índices de marginación y la zona se caracteriza, hoy en día, como una de las alcaldías con mayor número de delitos de alto impacto relacionados con el tráfico de drogas y secuestro. Así que, poco más de 50 años ha llevado la integración de esta zona densamente poblada a la Ciudad.

Integración urbana aérea.

En todos los casos, el teleférico se ha utilizado para solucionar un problema de integración urbana, que, a través del transporte terrestre de autobuses y automóviles particulares, representa horas de recorrido y por la vía aérea, el traslado se reduce a minutos. En este sentido, la solución por vía aérea debe asumirse como la estrategia extrema para contrarrestar la falta de planeación urbana en donde no se previeron las vialidades necesarias, ni su conectividad a fin de garantizar la movilidad de sus habitantes. Pero sin lugar a dudas que, representa todo un reto en materia de seguridad y mantenimiento, no sólo por los recientes antecedentes de la línea 12 del metro, sino por que se trata de una zona altamente sísmica.

Más que un transporte.

Hay que destacar que, en la mayoría de las ciudades de México, el tema del transporte público se visualiza como un asunto de otorgamiento de concesiones, de unidades o recorridos; pero rara vez se asumen en su verdadera dimensión, como un elemento de articulación urbana que impacta directamente la economía y el desarrollo personal y familiar de todos los habitantes de una ciudad. Tal vez, esta sea la verdadera innovación del Cablebús en la CDMX, pues durante su inauguración la Jefa de Gobierno señalo:

 “El Cablebús reduce desigualdades y promueve justicia porque se invierte en donde históricamente no se había invertido (…) Además, no solo es una forma de transporte eficiente, digno, moderno y ecológico sino que es también un proyecto social porque dignifica y recupera el orgullo y hace de la zona uno de los mejores lugares para vivir en la Ciudad de México

Finalmente, conviene señalar que la puesta en marcha del Cablebús en la zona metropolitana más poblada y extensa del país, es una muestra de que, cuando se deja avanzar la problemática se requieren soluciones extremas al problema de movilidad. De aquí que, en ciudades medias como Morelia, sea impostergable y muy pertinente la toma de decisiones al respecto del transporte público, en la búsqueda de soluciones eficientes, ambientalmente favorables y de bajo costo que garanticen la movilidad de sus habitantes y se contribuya así, a la competitividad urbana de la ciudad.