Avances en movilidad urbana, el análisis del Doctor, Salvador García Espinosa en “El Derecho a la Ciudad”

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EL DERECHO A LA CIUDAD

Avances en movilidad urbana

Salvador García Espinosa

Los problemas ambientales que enfrentamos y que son de todos conocidos, han propiciado que se busquen alternativas sobre nuevos paradigmas, de forma especifica en el ámbito urbano se pretende, desde hace algunos años, cambiar paradigmas en torno a la movilidad urbana. Desafortunadamente los cambios no son tan rápidos como se desean, pero lo importante es continuar es avanzar hacia nuevos modelos de mayor sustentabilidad.

Ciclopuertos

En este contexto, resulta relevante señalar que, la semana pasada se dieron a conocer dos importantes avances en materia urbana. El primero de ellos, refiere a la obligatoriedad de instalar ciclopuertos en las oficinas gubernamentales. Aún y cuando que tuvieron que pasar casi 18 meses desde que el diputado federal por Michoacán, Adolfo Torres Ramírez propuso esta iniciativa, hasta que por fin la aprobó el Senado de la República el pasado 24 de septiembre, la medida resulta ser un avance importante.

La aprobación permitirá que se adicione un párrafo al artículo 74 de la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, a fin de lograr un equilibrio en el reparto del gasto público, ya que cerca del 70 por ciento de éste se encuentra dirigido a los automóviles, a pesar que sólo el 22 por ciento de los ciudadanos cuentan con vehículo, lo cual hace escasa la infraestructura para el uso de la bicicleta. Además, con la aprobación serán cerca de 12 mil las oficinas que ahora deberán contar con el mobiliario, con el que se beneficiarán cinco millones de empleados federales, estatales y municipales, que acuden en bicicleta a su centro de trabajo.

Algunos podrán considerar que, destinar espacios para estacionar bicicletas, es cosa menor; pero representa un avance significativo en materia de responder a nuevos paradigmas de movilidad, tal y como lo establece la Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, aprobada el 28 de noviembre de 2016 y que en su Articulo 73, señala con toda claridad que se “deberán promover y priorizar en la población la adopción de nuevos hábitos de Movilidad urbana sustentable, bajo la siguiente jerarquía:1) personas con movilidad limitada y peatones, 2) usuarios de transporte no motorizado, 3) usuarios del servicio de trasporte público de pasajeros, prestadores del servicio de trasporte público de pasajeros, 4) prestadores del servicio de transporte de carga y 5) usuarios de transporte particular.

Autobuses eléctricos.

Es importante no olvidar, que se trata de la realización de varias acciones, que en conjunto impulsan el cambio de paradigma. En este sentido, el mismo jueves 24 de septiembre, se anuncio que entrarían en circulación los primeros 10 autobuses eléctricos que comenzarán a circular en la CDMX, cada unidad tiene una capacidad de 160 pasajeros. Estas son las primeras unidades de las denominadas BRT (Bus Rapid Transit o autobuses de tránsito rápido), que fue implementado en su formato actual en Curitiba, Brasil, donde se les doto de un carril exclusivo sobre vías principales y cada 500 metros aproximadamente se añadía una parada y después en el año 2000 en Bogotá, Colombia, con el TransMilenio se le dio el carácter de ser un transporte masivo con plataformas construidas, en el ámbito estatal, se ha replicado la experiencia en ciudades como León en Guanajuato y en la Ciudad de México.

Las puertas de estas unidades eléctricas se desplazan de manera lateral, como las del sistema metro, lo que agiliza significativamente la entrada y salida de pasajeros, que se traduce en una disminución del tiempo de espera en cada estación. El ruido se reduce de 80 a 65 decibeles y las unidades tardan en obtener su carga de 3 mil 601 kilowatts, en un máximo de 4 horas y su rendimiento es de 330 kilómetros por hora.

Es de subrayar que la incorporación de la electricidad como fuente principal para la movilidad es un avance significativo en el camino de generar una menor emisión de gases de efecto invernadero (GEI) así como un uso más eficiente de la energía. La implementación de energía eléctrica para el transporte público de la Ciudad de México es una realidad con cero emisiones, un 80 por ciento menor uso de energía y mitigación de mil 300 toneladas de carbono tras 10 años de operación por cada autobús.

Las acciones descritas, forman parte de una serie de estrategias que en conjunto permiten no sólo una menor contaminación, sino un mayor control del desarrollo urbano. Conocer que la mayor metrópoli del país, logra instrumentar acciones que te otorgan mayor sustentabilidad, nos permite pensar que es alcanzable para cualquier ciudad mexicana, más aún cuando se trata de urbes de menor tamaño, como el caso de Morelia.

El reto.

Hay que subrayar el hecho de que el transporte público resulta ser un elemento fundamental, pues de su correcto funcionamiento depende en gran medida una eficiente movilidad de personas y mercancías, en tiempo, costo y con el mínimo impacto ambiental. Además de que su correlación con la distribución que acontecen en los usos de suelo, ha sido ya muy documentada.

Bajo el marco anterior, para el caso de Morelia, sería muy conveniente y necesario que, la legislatura estatal pudiera tomar cartas en los asuntos relativos a las competencias y atribuciones en materia del transporte público, pues se hace necesario que Ayuntamientos de ciudades que como Morelia, cuentan con capacidad técnica para asumir las atribuciones correspondientes al diseño de las rutas, horarios de servicio, así como lo relativo a las unidades y concesiones, pues de continuar como hasta ahora, la planeación del desarrollo urbano seguirá siendo una tarea de poco impacto en la búsqueda de una mayor sustentabilidad urbana.