Al conmemorarse este miércoles el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, recordó que en las últimas décadas, sus derechos han exigido una defensa y protección basada en la diversidad y pluralidad cultural
Aún resta mucho camino por andar para saldar la deuda histórica que tenemos con nuestros pueblos indígenas, pues no basta sólo con el reconocimiento de sus derechos, ya que se tiene que lograr que éstos sean efectivos en el día a día, recalcó la diputada Mónica Valdez Pulido, integrante de la LXXV Legislatura del Congreso del Estado.
Al conmemorarse este miércoles el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, la diputada por el Distrito de Zacapu recordó que en las últimas décadas, sus derechos han exigido una defensa y protección basada en la diversidad y pluralidad cultural.
“Al mismo tiempo, han reclamado que se tome en cuenta la especificidad histórica de cada pueblo y comunidad, con la finalidad de hacer visibles situaciones que les permitan participar y tomar decisiones sobre el rumbo que desean seguir para el buen vivir y la satisfacción plena de sus derechos como personas, pueblos y comunidades indígenas”.
Mónica Valdez destacó que la autonomía demandada por los pueblos indígenas se expresa en el reconocimiento del derecho a la libre determinación, visibiliza la existencia y el ejercicio de derechos colectivos, así como el respeto a las instituciones y sistemas de autogobierno de los pueblos indígenas, tal como señala la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
“Hay que tener presente además que no sólo en México, sino en todo el mundo, los pueblos originarios son custodios clave del medio ambiente, tanto que el 28 por ciento de la superficie terrestre del planeta, incluidas algunas de las zonas forestales más intactas a nivel ecológico y con mayor biodiversidad, son gestionadas principalmente por pueblos, familias, pequeños campesinos y comunidades locales indígenas, según los datos de la FAO”.
La legisladora recordó que los bosques protegidos y cuidados por las comunidades indígenas, son cruciales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para la conservación de la biodiversidad.
“Los alimentos autóctonos también son particularmente nutritivos, y los sistemas alimentarios asociados a los pueblos indígenas son especialmente resilientes al cambio climático y están bien adaptados al medio ambiente”