Aumento de casos de trata de personas en México y esfuerzos para combatir el problema

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La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) de México ha informado a la agencia de noticias EFE que las cifras de trata de personas están en aumento en el país, lo que requiere un mayor esfuerzo para abordar este grave problema. Aunque se han realizado avances y existe cooperación entre instituciones y organizaciones, la situación sigue siendo preocupante.

Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se ha observado un aumento progresivo en el número de víctimas de trata de personas en los últimos años. En 2020, se reportaron 681 víctimas, mientras que en 2021 la cifra aumentó a 753 y en 2022 alcanzó un total de 936. En lo que va de 2023, ya se han registrado 488 víctimas.

El titular del Programa de Crimen Organizado y Drogas de UNODC México, Mario Cordero, señaló que el incremento en la detección de casos puede no ser necesariamente negativo, ya que podría indicar una mayor capacidad para identificar y registrar estos delitos. En lugar de castigar a los Estados por identificar más casos, es fundamental fortalecer la rendición de cuentas para combatir este fenómeno de manera efectiva.

Los principales tipos de trata de personas en México, según las cifras, son el trabajo sexual y el trabajo forzado, seguidos por la mendicidad forzosa y el reclutamiento de niños para actividades delictivas. Ante esta problemática, la UNODC está implementando un programa financiado por el Gobierno de Canadá en varios estados de México.

El programa se basa en tres ejes fundamentales: prevención, asistencia a víctimas y fortalecimiento del acceso a la justicia. La UNODC ha desarrollado este proyecto en los estados de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Ciudad de México, Veracruz, Baja California y Puebla, estableciendo redes y trabajando en la prevención y capacitación multiactor.

El éxito del proyecto piloto llevó a su expansión y fortalecimiento en otros estados, centrando sus esfuerzos en proporcionar asistencia a las víctimas y garantizar su acceso a la justicia. El programa, que se inició en mayo y tendrá una duración de tres años, trabaja en estrecha colaboración con la Comisión Federal Intersectorial de Trata de Personas, la cual incluye a representantes del Estado, académicos, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales.

A pesar de estos avances, el especialista enfatiza que todavía queda mucho por hacer para combatir la trata de personas en México. Se necesita un enfoque que vaya más allá de la seguridad y aborde las causas subyacentes, como la pobreza y la falta de servicios básicos. La cooperación y coordinación entre las instituciones y la sociedad civil son fundamentales para enfrentar este desafío de manera integral y efectiva.