Aumentan tensiones étnicas en el norte de Kosovo: OTAN refuerza su presencia

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Refuerzan la presencia de fuerzas de paz de la OTAN en el norte de Kosovo mientras se produce un nuevo enfrentamiento entre la policía y manifestantes serbios, generando preocupaciones de un posible resurgimiento de conflictos en los Balcanes.

Las fuerzas policiales de Kosovo, mayormente conformadas por etnia albanesa, respondieron con gas pimienta a los gases lacrimógenos lanzados el lunes por cientos de manifestantes serbios que intentaron bloquear el acceso a los edificios municipales en ciudades predominantemente serbias.

La llegada de la misión de mantenimiento de paz de la OTAN, conocida como KFOR, se produce luego de un aumento de la violencia el viernes pasado, considerado el peor incidente del año, entre las autoridades de Kosovo y la minoría serbia. Los manifestantes intentaron impedir que los alcaldes recién elegidos de etnia albanesa accedieran a sus oficinas.

La KFOR emitió un comunicado instando a todas las partes a abstenerse de acciones que puedan exacerbar las tensiones o provocar una escalada, recordando su despliegue en Kosovo después de la guerra entre serbios y albaneses en 1998-1999.

La situación explosiva amenaza un plan respaldado por la Unión Europea y Estados Unidos para lograr la normalización de las relaciones entre los países vecinos de los Balcanes. La KFOR ha llamado a los gobiernos de Serbia y Kosovo a entablar un diálogo que ayude a reducir las tensiones.

Después de los disturbios del viernes, Estados Unidos y los principales aliados europeos condenaron al gobierno de Kosovo por lo que consideraron acciones provocadoras que desencadenaron los enfrentamientos.

Los enfrentamientos surgieron cuando los alcaldes intentaron ingresar a sus oficinas en contra de las recomendaciones de los mediadores estadounidenses y de la UE. Estos funcionarios habían sido elegidos en elecciones locales celebradas en abril, las cuales los serbios boicotearon y consideraron inválidas.

El ejército de Serbia se mantuvo en estado de máxima alerta, según la orden emitida por el presidente Aleksandar Vucic el viernes pasado, cuando se desplegó un número no especificado de unidades cerca de la frontera con Kosovo. Esta medida se repitió el año pasado debido a las tensiones recurrentes en las áreas cercanas a la frontera de Kosovo, que estuvieron al borde de desembocar en enfrentamientos.

Asimismo, las escuelas en las zonas de Kosovo habitadas por serbios también cerraron el lunes, según informó Dragisa Milovic, exalcaldesa serbia de Zvecan, en una transmisión en vivo desde la ciudad.