Cada año, el 11 de septiembre, los estadounidenses celebran el Día de los Patriotas para recordar a las casi 3.000 personas que murieron en los ataques del 11 de septiembre de 2001.
Se realizan actividades para conmemorar a las víctimas, como banderas a media asta, momentos de silencio, exposiciones, conciertos, etc.
La mayoría de los estadounidenses conocen este día como el 11 de septiembre, en referencia a la fecha de los ataques anglosajones.
La Casa Blanca publica lo siguiente en su sitio web:
Diecinueve terroristas secuestraron cuatro aviones comerciales el 11 de septiembre de 2001 y estrellaron dos de ellos contra las torres gemelas del World Trade Center en la Ciudad de Nueva York, y uno contra el Pentágono en Washington, D.C. Un cuarto avión se estrelló en Pennsylvania. Como resultado, miles de personas inocentes procedentes de más de 80 países perdieron la vida.
La noche del 11 de septiembre, el Presidente Bush habló al pueblo estadounidense desde la Oficina Oval en un discurso televisado por todo el país:
“Las imágenes de los aviones que volaban hacia los edificios, los incendios que ardían, el colapso de inmensas estructuras, nos han llenado de incredulidad, de una tristeza terrible y de una ira callada e inquebrantable. Se pretendió que estos actos de asesinatos masivos asustaran a nuestra nación, llevándola al caos y la retirada. Pero han fracasado; nuestro país es fuerte.
“Un gran pueblo ha sido llevado a defender a una gran nación. Los ataques terroristas pueden sacudir los cimientos de nuestros mayores edificios, pero no pueden tocar los cimientos de los Estados Unidos. Estos actos destrozaron acero, pero no pueden mellar el acero de la determinación estadounidense.
“Estados Unidos fue blanco de un ataque porque somos el faro más brillante de la libertad y oportunidad en el mundo. Y nadie hará que esa luz deje de brillar”.
Estos ataques terroristas fueron un acto de guerra contra los Estados Unidos. En una reunión el 12 de septiembre con su Equipo de Seguridad Nacional, el Presidente Bush dijo, “Los ataques deliberados y mortales que fueron llevados a cabo ayer contra nuestro país ayer fueron más que actos de terrorismo. Fueron actos de guerra. Esto requerirá que nuestro país se una en una determinación y firmeza inalterables. La libertad y la democracia están bajo ataque.
“El pueblo estadounidense necesita saber que estamos enfrentando un enemigo distinto al que jamás hayamos enfrentado. Este enemigo se esconde en las sombras, y no tiene ningún respeto por la vida humana. Este es un enemigo que ataca a gente inocente y confiada, y luego corre a esconderse. Pero no podrá esconderse para siempre. Este es un enemigo que piensa que sus refugios son seguros. Pero no serán seguros para siempre.
“Este enemigo atacó no sólo a nuestro pueblo, sino a todos los pueblos amantes de la libertad por todas partes del mundo. Estados Unidos utilizará todos nuestros recursos para vencer a este enemigo. Reuniremos las fuerzas del mundo. Seremos pacientes, estaremos centrados, y seremos inmutables en nuestra determinación. Esta batalla tomará tiempo y determinación. Pero que no quepa duda alguna: ganaremos”.
Osama bin Laden y la red al-Qaeda reclutan y entrenan en las tácticas del terror. El 20 de septiembre, el Presidente Bush se dirigió a los miembros del Congreso y al pueblo estadounidense sobre los terroristas.
“Este grupo y su líder – una persona llamada Osama bin Laden – están vinculados a muchas otras organizaciones en distintos países, entre ellos la Yihad Islámica Egipcia y el Movimiento Islámico de Uzbekistán. Hay miles de estos terroristas en más de sesenta países. Son reclutados de sus propias naciones y vecindarios, y llevados a campamentos en lugares tales como Afganistán, donde son entrenados en las tácticas del terror. Son vueltos a mandar a casa o enviados a esconderse en países por todo el mundo para tramar la maldad y destrucción.
“Los líderes de al-Qaeda tienen mucha influencia en Afganistán, y apoyan al régimen Talibán en el control de la mayoría de ese país. En Afganistán, vemos la visión del mundo de al-Qaeda.
“El pueblo de Afganistán ha sido tratado brutalmente – muchos están muriéndose de hambre y muchos han huido. No se permite que las mujeres asistan a la escuela. Uno puede ser encarcelado por tener un televisor. La religión puede practicarse solamente de la manera en que dicten sus líderes. Un hombre puede ser encarcelado en Afganistán si su barba no es suficientemente larga.
“Estados Unidos respeta al pueblo de Afganistán – al fin y al cabo, actualmente somos su mayor fuente de ayuda humanitaria – pero condenamos el régimen del Talibán. No sólo está reprimiendo a su propia gente, está amenazando a la gente de todas partes al patrocinar y albergar y abastecer a los terroristas. Al ser cómplice del asesinato, el régimen del Talibán está cometiendo asesinatos”.