Antes de la contingencia sanitaria una casa joyera en México vendía alrededor de 100 piezas de anillos de compromiso por mes, y desde el comienzo de la pandemia, la cifra incrementó entre 300 y 350 piezas vendidas por mes, de acuerdo con la Cámara de Joyería Jalisco.
La crisis de salud provocó estragos en muchas industrias pero los impactos no se resintieron en el sector joyero, pese a las bajas en la producción minera que se observaron en 2020 al no ser considerada como actividad esencial.
Si bien, bajó el porcentaje de ventas de artículos totales, podemos observar que hubo una demanda de artículos especializados, por ejemplo, el anillo de compromiso, que evidentemente por el tipo de pieza tenemos valores mayores a una sortija tradicional”, aseveró.
El valor del oro fue otro factor a favor del sector, ya que fungió como refugio de inversionistas a lo largo de la pandemia, lo que trajo consigo su encarecimiento, destacó.