Una ciudad en Marte; la reflexión del Dr. Salvador García Espinosa

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El Derecho a la Ciudad

UNA CIUDAD EN MARTE

Salvador García Espinosa

Tal vez uno de los planetas más conocidos después de la Tierra sea Marte, es el segundo planeta más pequeño del Sistema Solar, su tamaño es prácticamente la mitad de nuestro planeta. Recibe el nombre de “planeta rojo”, por que predomina una tonalidad rojiza causada pro el hierro oxidado que tiene en el suelo. Presenta al igual que la Tierra, estaciones, casquetes polares, volcanes, cañones y clima. Tiene una atmósfera poco densa hecha de dióxido de carbono, nitrógeno y argón. Se han identificado signos de antiguas inundaciones, ahora se sabe que el agua existe principalmente en su polvo helado y sus nubes delgadas y en algunas laderas marcianas, se han encontrado pruebas de agua líquida salada.

La orbita sobre la cual gira Marte es mayor que la de la Tierra y por esta razón tarda más en dar una vuelta alrededor del Sol. Un año marciano es de 687 días terrestres. Cuando el planeta rojo está más lejos del Sol, su clima es mucho más frío. Las máximas diurnas en verano y en el ecuador pueden llegar a los 20 grados, pero las mínimas en invierno y en uno de sus polos podría alcanzar los 143 grados bajo cero.  Los cambios de temperatura son muy significativos, pues su fina atmósfera no mantiene el calor como acontece en la Tierra.

La comunidad científica del mundo tiene mucho interés en saber si Marte podría albergar vida ahora o en el futuro. De hecho, existe una sociedad (Mars Society) que es una organización de defensa espacial más grande e influyente del mundo dedicada a la exploración humana y el asentamiento del planeta Marte. Establecido por el Dr. Robert Zubrin y otros en 1998, el grupo trabaja para educar al público, los medios de comunicación y el gobierno sobre los beneficios de explorar Marte y crear una presencia humana permanente en el Planeta Rojo.

En su convención del año 2020, lanzó un concurso para diseñar una ciudad en Marte, debo confesar que me sorprendió enterarme que el concurso recibió un total de 175 solicitudes de equipos de más de una docena de países y se requirieron de varias rondas y múltiples evaluaciones para seleccionar a los ganadores.

Nüwa es una Diosa china que creo la humanidad y buscando simbolizar la nueva civilización es que así llamaron a la ciudad que proyecto un despacho español de nombre ABIBOO y que fue uno de las finalistas. La ciudad se propone sobre la ladera de un acantilado para construirse en forma vertical. La elección del lugar y del sistema constructivo se deben a las condiciones de ese planeta, el cual tiene una gravedad que es un tercio a la de la Tierra.

Los módulos en forma tubular de 10 metros de diámetro y 60 de largo, con capacidad para dos plantas, tendrán diferentes usos tanto residenciales como de trabajo e incluirán zonas verdes y espacios dedicados al arte, así como ‘áreas de nieve’ que ayudan a disipar el calor y limpiar el aire. Estos ‘macro edificios’ estarán unidos por una red tridimensional de túneles. Además, se contará con huertos urbanos llamados ‘Green Domes’ de dos tipos: unos serán parques en donde se permitirá presencia de personas y los otros tendrán vegetación experimental con atmósfera puramente marciana.

Para conectar las edificaciones de esta ciudad en Marte se creará un sistema de ascensores de alta velocidad y en el punto más alto del acantilado —la Meseta— se creará infraestructura para la producción de alimentos y energía. En contraparte, en la zona del valle se contemplan estructuras para albergar hospitales, escuelas y universidades; se tienen en mente también espacios destinados a actividades deportivas, culturales y comerciales. Un tren comunicará con el transbordador espacial. Asimismo, para transportarse dentro de Nüwa habrá un sistema de autobuses y trenes livianos.

Sin lugar a dudas que resulta muy difícil imaginar como sería la ciudad y sobre todo como se afrontarían las condicionantes como la gravedad, que es la mitad de la existente en la Tierra, la incidencia de rayos ultravioleta y un largo etcétera de aspectos recién descubiertos y por descubrir.

Lo verdaderamente interesante del asunto y por lo que en este espacio consideré pertinente la descripción de proyectos es que, durante la presentación del proyecto, Miquel Banchs-Piqué, de la Facultad de Ingeniería Civil y Topografía de la Universidad de Portsmouth y miembro de The Sustainable Offworld Network (SONet) comunidad de profesionales del sector académico y privado dedicada al desarrollo de asentamientos humanos sostenibles, especialmente en la Luna. y Marte. Señaló:  Estoy convencido de que el esfuerzo por diseñar asentamientos fuera del mundo autosostenibles ayudará a encontrar estrategias para mejorar nuestra sostenibilidad en la Tierra.

Y agrego:“Me uní a SONet porque estoy convencido de que el esfuerzo por diseñar asentamientos fuera del mundo autosostenibles ayudará a encontrar estrategias para mejorar nuestra sostenibilidad en la Tierra. La búsqueda de una habitación extraterrestre también puede hacer que la humanidad sea resistente a los eventos catastróficos globales que podrían golpear la Tierra “.

Las enseñanzas de este concurso, como tantos otros, pueden ser muy diversas y enriquecedoras. De primera impresión, se antoja que, sí es posible encontrar propuestas de solución a ciudades en Marte, debe ser factible también, encontrar solución a nuestros problemas urbanos de aquí en la Tierra.

El mecanismo del concurso, para obtener ideas muy diversas y distintas perspectivas, también debe ser un recurso mejor valorado. Tal vez las autoridades de las diferentes ciudades en México, antes de emprender obras que se les presentan como soluciones mágicas, deberían valorar el convocar a concursos públicos. De esta forma además de incentivan la participación y creatividad de los profesionistas jóvenes, enriquecerán sus opciones de solución en la solución de un problema específico.

Además, la sistematización de esta serie de concursos sobre aspectos puntuales de la ciudad o sitios específicos de la macha urbana, pueden constituir un mecanismo eficiente de intercambio con la ciudadanía en general y con las asociaciones y colegios de profesionistas en particular, que mucho enriquecería su labor administrativa en pro de una mejor ciudad. Tal vez no sea necesario ir hasta Marte, para darnos cuenta que la solución a muchos de nuestros problemas los tenemos aquí en la Tierra y más cerca de lo que imaginamos.