El Derecho a la Ciudad
UMSNH, CAMPUS URUAPAN
Usted que nos lee, imagine de favor, que le obsequian una casa, así que Usted hará un esfuerzo para junto con los gastos de la vivienda que habita, ahora poder solventar los derivados de su nueva casa (predial, luz, agua y demás gastos de mantenimiento), además de verse en la necesidad de contratar personal para que realice labores de mantenimiento y aseo; además, claro está, requiere recursos para amueblarla y poder estar en condiciones de habitarla. Sin embargo, en este proceso sus grandes esfuerzos resultan insuficientes, mientras ocurran dos cosas: que Usted no reciba incremento en su sueldo o bien, que le sigan regalando casas. Bajo el escenario anterior llegará el momento en que solicitaría a sus amables benefactores que ya no le obsequien casas y mejor le apoyen con recursos para la contratación de personal y el pago de servicios.
El ejemplo anterior nos debe permitir comprender lo que acontece en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en la ciudad de Uruapan, y porque el esfuerzo que inició hace poco más de medio siglo, cuando un grupo de padres de familia liderados por algunos profesores de la Escuela de Agrobiología, entre ellos Roberto Reyes Pérez, Benjamín Ignacio Campos Ávila y Sámano Herdozain, vieron en la reubicación del aeropuerto, la posibilidad de apropiarse de esos terrenos para pedir que ahí se construyera una escuela preparatoria.
Su demanda era legítima, pues en la región se demandaba preparar cada día a más jóvenes para que pudieran ingresar a la Escuela de Agrobiología, fundada en 1956 y dependiente de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, pues la escuela preparatoria Lic. Eduardo Ruiz fundada en 1963, estaba superada en su capacidad.
Sin embargo, pasaron casi diez años hasta que, en 1971, durante el rectorado del Dr. Melchor Díaz Rubio, fue reconocida por parte de la UMSNH, como Escuela Preparatoria “Gral. Lázaro Cárdenas”, y se le dotó de presupuesto, más no de edificios, por lo que profesores, alumnos Y padres de familia en 1972 instalaron salones provisionales de madera con techos de lámina y cartón, con el objetivo de iniciar clases. 17 años después se dejó de impartir la especialidad de Ciencias Agrobiológicas, y se comenzó a impartir el programa de Bachillerato Nicolaita que se impartía en las otras seis preparatorias de la Universidad.
Así las cosas, para 1989 se puede afirmar que, desde esos años, la ciudad de Uruapan constituye la principal sede en importancia, después de Morelia, de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo con la Escuela de Agrobiología, dos escuelas preparatorias. Esto se consolidó cuando entró en funciones en 1999 el Nodo de Educación a Distancia. Dicha extensión universitaria se buscó consolidar con el proyecto del denominado campus y el 6 de diciembre del 2010, gracias al apoyo del Gobierno del Estado, se colocó la primera piedra.
Para iniciar su construcción, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas contrató a tres empresas, una se encargaría de estacionamientos, andadores, acceso, barra perimetral y obras adicionales como instalaciones hidráulicas y sanitarias. A otra se le asignó la construcción de dos edificios de aulas, y una tercera compañía se contrató para los edificios de la administración general, biblioteca, laboratorios y auditorio. Ninguna de las tres concluyó y después de un proceso legal, las obras se suspendieron por más de siete años, en diciembre del 2017 se reanudó la construcción, sin éxito. Fue hasta el pasado 15 de agosto, más de medio siglo de aquella incursión de profesores y alumnos en busca de una preparatoria, que se iniciaron clases en el denominado campus de la UMSNH en Uruapan. Hoy en día, son muchas las enseñanzas que nos deja este proceso:
El proceso de expansión a través de los denominados campus en Ciudad Hidalgo, Lázaro Cárdenas, Zamora y Uruapan, incluso en Morelia se ha recibido un apoyo decidido y sin precedentes, por parte de las diferentes administraciones del gobierno estatal, a través de la construcción de múltiples edificios.
La expansión universitaria debe tener como condición sine qua non la certeza laboral de sus profesores, pues constituyen la esencia misma de la Universidad. Tal y como seguramente se ha realizado por el H. Consejo Universitario, a través de las comisiones de Organización y Métodos, Técnico pedagógica y sobre todo la de Presupuesto y Control, sólo así quedaría garantizada la impartición de nuevas licenciaturas en Uruapan, porque además el compromiso que asume la Universidad aumenta cada año al abrir un nuevo grado, e incluso aumentar las secciones ante el incremento de matrícula, se traducirá en una demanda de más profesores.
Es preciso comprender que las inversiones en infraestructura son fundamentales, bibliotecas, laboratorios y aulas confortables debe ser una prioridad constante para la Universidad, incluso antes de aquellos espacios que demanden las actividades administrativas; solo así se refrenda el interés por nuestra razón de ser: los alumnos.
Hasta hoy, institucionalmente se ha pretendido hacer frente a la demanda educativa en las diferentes regiones del estado a través de las facultades con mayor matrícula, como lo es la Facultad de Contabilidad y Ciencias Administrativas, así como la Facultad de Derecho y en menor medida las de Psicología, Arquitectura, Economía y Tecnología de la Madera. Sin embargo, es necesario una adecuación en aras de la pertinencia regional, pues los programas más demandados en Morelia no necesariamente corresponden a los de mayor pertinencia en términos productivos y de vocación económica de las diferentes regiones de Michoacán.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, en el acto inaugural señaló, a propósito de la conclusión del campus, que: “en realidad solo faltaba la voluntad de querer a la Universidad la voluntad de querer a Uruapan, la voluntad de querer a Michoacán”. Hoy la UMSNH debe mostrar la voluntad necesaria para reformarse y asumir el reto que representa adquirir una verdadera dimensión estatal para estar en condiciones de ampliar la cobertura educativa de nivel superior, recordemos que la meta nacional para el 2025 es del 50%, pero hoy en día, la media nacional es 42%, y para Michoacán de tan solo 29%.