Transporte Público, clave para la movilidad urbana #VideoColumna “El Derecho a la Ciudad”

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EL DERECHO A LA CIUDAD

Transporte Público, clave para la movilidad urbana

Salvador García Espinosa

Desde que el concepto de sustentabilidad o desarrollo sustentable se formalizó en 1987 por la ONU a través de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo y que se define como: “el desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”, se modificó nuestra forma de observar y comprender la ciudad. Así surge el tema de la movilidad urbana y la creciente relevancia que hoy en día tiene.

La implementación de políticas y medidas de la movilidad urbana en una ciudad tienen una estrecha relación con el objetivo de buscar la sostenibilidad urbana a través de la disminución de un sinnúmero de factores, entre ellos, el uso y consumo de combustibles basados principalmente en hidrocarburos, así que la demanda de energía dependerá del número de vehículos en circulación, sean estos autobuses, vehículos de carga, automóviles privados, motocicletas. Pero considerando la relación energía y número de personas desplazadas, se concluye que el transporte más insustentable por ineficiente es el automóvil.

Ante tal situación, puede afirmarse que los gobiernos de locales, han asumido como eje de la movilidad, disminuir el uso del automóvil pues se ubica como el principal enemigo a vencer por las políticas públicas al respecto de la movilidad, por la cantidad de combustible que consume, por las extensas superficies viales que se requieren y por los altos índices de contaminación que todo esto propicia. Bajo esta lógica, los casos de éxito en otras ciudades muestran que el transporte público es un elemento clave para aspirar a una movilidad con mayor nivel de eficiencia energética y por lo tanto más accesible y de mayores beneficios para los habitantes.

Bicicleta no es movilidad

Desafortunadamente una visión pragmática y mal entendida de la movilidad urbana ha llevado a muchas autoridades a reducir acciones para incentivar el uso de la bicicleta. Es decir, trasladando al habitante la responsabilidad de dejar de usar el automóvil y trasladarse en bicicleta para disminuir contaminación. Este es un grave error, pues no basta con pretender crear condiciones a través de señalización y balizamientos para ahora asignar a las tradicionales vialidades una vocación de ciclo-vía o bici-senda.

La semana pasada se observó como en una de las principales avenidas de la ciudad de Morelia se pretendió priorizar el uso de la bicicleta sobre el automóvil, al disminuir de 4 a 2 carriles viales una de las arterias más congestionadas de la Ciudad. Situación que evidencia, una vez más, una incomprensión del tema, pues una verdadera política de movilidad debe tener como objetivo principal la disminución del irracional uso del automóvil y esto sólo se logra a través de mejorar la eficiencia en el transporte público.

Transporte público

Podemos observar que las prácticas exitosas de movilidad son en aquellas ciudades donde se mejoraron las unidades utilizadas, se rediseñaron las rutas para proporcionar mayor eficiencia al usuario del transporte público, se incorporó transporte semimasivo, como el metrobús en la CDMX y León.

Para ilustrar la complejidad que representa la movilidad urbana, la propia Ley General de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano establece en su Artículo 71 que “. las políticas y programas de Movilidad deberán Procurar la accesibilidad universal de las personas, garantizando la máxima interconexión entre vialidades, medios de transporte, rutas y destinos, priorizando la movilidad peatonal y no motorizada

Un ejemplo de la interconexión señalada es el caso del metro en la CDMX dónde desde el pasado 22 de septiembre de 2019, se instrumentó una estrategia para permitir el acceso de personas con bicicleta a las estaciones de este sistema de transporte. Lo que permitió que, hasta diciembre del año pasado, hayan ingresado26,219 personas usuarias de bicicletaa las instalaciones de las 12 líneas delMetro. Se trata pues, defomentar el uso de transporte sustentable al ampliar las opciones de movilidad; así, las personas que se movilizan en bicicleta pueden combinar sus modos de transporte y reducir sus tiempos de traslado.

El caso anterior, permite ilustrar con toda claridad, que el uso de la bicicleta es complementario al sistema de transporte público y, en la medida que ambos funcionen como una verdadera alternativa de movilidad, se desincentivara el uso del automóvil.

En la CDMX gracias a la instrumentación de esta interconexión, bici-metro, a la ampliación de las líneas del Sistema Metropolitano (metro) e incluso de la diversificación de esquemas de trasporte a través de plataformas digitales como Uber, es que ahora se la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México (Semovi) planea implementarcarriles confinados de ‘alta ocupación’exclusivos para automóviles con más de dos personas a bordo, con la intención de fomentar el uso de auto compartido y generar una disminución del tráfico vial.

Urge un Sistema de Transporte Público.

En ciudades medias como Morelia, se debe ser cuidadoso pues se observa un marcado interés por incentivar el uso de la bicicleta, situación que no es mala, pero no debe hacerse a costa de propiciar un mayor caos vial, sin generar alternativas reales de movilidad. En otras palabras: No se debe pretender simplemente que el habitante se baje del automóvil para usar la bicicleta, se debe atender la mejora del transporte público pues la mayoría de la población se mueve en combis o rutas, con un alto costo financiero y de tiempo.

La variedad de políticas y medidas pretenden aumentar la eficiencia energética con el fin de obtener máximos beneficios, hace necesario y esencial la coordinación entre los distintos niveles de gobierno y actores políticos. Pues el Gobierno del Estado, al igual que los Ayuntamientos hacen declaraciones sobre pretender incentivar una mayor sustentabilidad urbana y una mejora ambiental, así que, deberían de ser capaces de coordinar acciones para crear un sistema de transporte que no solo sea eficiente energéticamente, sino que permita mejorar la apariencia de la ciudad y la calidad de vida de los habitantes. Feliz año 2020