TODOS JUNTOS VS EL COVID19
Juntos pero no revueltos y en la unidad de la diversidad está nuestra fortaleza. A lo largo de todas estas semanas, hemos sido testigos de cómo se ha ido desarrollando esta pandemia en todos los sentidos.
El Covid19 ha puesto de cabeza a la humanidad entera sin importar credo, posición social o económica, grado de estudios, etc. y no se ve para cuando termine esta pandemia o al menos sea controlada.
Y está más que claro, que los problemas causados son más que mayúsculos; y es que más allá del número de muertos que hay y los que pudiera haber, es la afectación a la economía de todos los países y a la salud mental y emocional de las personas así como a la convivencia entre ellas por mencionar algunos.
Todos los países han ido haciendo lo que han creído que ha sido mejor, así como la comunidad científica ha intercambiado sus conocimientos. Los diversos sectores de la sociedad también se han sumado a combatir al virus. Y ni qué decir del sector industrial que muchas empresas han reconvertido sus equipos para producir mascarillas, respiradores, gel antibacterial, etc. para donarlos.
Lamentablemente aún falta enfrentar los problemas que hay que atender para levantarnos de esto en medio de un desgaste terrible que todos tendremos: gobiernos y sociedad y que es difícil precisar a qué grado será.
Esto como humanidad nos ha rebasado y humanamente hablando ya se está haciendo todo lo posible. Pero no olvidemos que el hombre también es un ser espiritual, creyente de una Deidad como lo hemos constatado a través de la historia y diversos estudios.
Es por eso que el pasado 14 de mayo el Alto Comité para la Fraternidad Humana, que aglutina a los líderes religiosos de los diferentes credos, convocó a todos los creyentes y no creyentes a unirse en espiritualidad mediante una jornada de oración, ayuno y obras de caridad para implorar a Dios, al Ser Supremo que ayude a la humanidad a superar esta pandemia.
A todos nos une el dolor y la tragedia y en todas las religiones la oración y la fe van más allá de una tradición o ritual místico esotérico; pues la fe es grande y la oración poderosa cuando se hace con humildad y rectitud de intención.
Y ojalá esto nos abra los ojos para atender a las otras pandemias, como por ejemplo: la del hambre. ¿Sabías que en el primer cuatrimestre del año murieron casi 4 millones de personas a nivel mundial por falta de comida? Y ni quién hiciera alboroto por eso. ¿Sabías que la comida preparada por ejemplo de las tiendas de autoservicio, que no fue vendida en el día, se tira? Ni siquiera se la venden o regalan a sus propios empleados.
No cabe duda que hay muchas cosas que no estamos haciendo bien. Te invito a que hoy eleves tu propia plegaria y buenos deseos porque salgamos ya de esto.