SALUD URBANA. El análisis del Dr. Salvador García Espinosa hoy en, El Derecho a la Ciudad

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El Derecho a la Ciudad

SALUD URBANA

Salvador García Espinosa

Hace tan sólo unos pocos días el INEGI informó sobre las estadísticas de defunciones registradas (EDR) durante el 2023, en total se contabilizaron 799,869 defunciones registradas; de las cuales 44.1 % correspondió a mujeres; 55.8 % a hombres y en 0.1 % de los casos no se especificó el sexo de la persona. Si bien, la cantidad de defunciones es menor que las registradas en 2022 y, obviamente durante la pandemia por el COVID, donde las muertes se incrementaron significativamente hasta llegar a superar un millón cien mil muertes en 2021.

Los datos proporcionados resultan por demás interesantes, porque nos permite responder a varias interrogantes básicas como:

¿Cuáles son las causas de defunciones?

El informe destaca que, del total de defunciones, sólo el 10.5% es atribuible a causas externas como accidentes viales, homicidios y suicidios; el 89.5% fue por enfermedades y problemas relacionados con la salud, destacando como las tres principales causas de muerte a nivel nacional las enfermedades del corazón, diabetes mellitus, tumores malignos. Para el caso de las mujeres, las enfermedades cerebrovasculares y la Influenza y neumonía, se ubican como cuarta y quinta causa respectivamente. Mientras que, para el caso de los hombres, estos lugares los ocupan las causas son los accidentes y las enfermedades del hígado.

Al observar las defunciones por los diversos grupos de edad, las tasas específicas de defunciones por cada 100 mil habitantes registraron diferencias, pues la mayor incidencia en personas del grupo de 65 años y más, seguidos del grupo de 55 a 64 años, y en menor incidencia las muertes entre 45 a 54 años.

¿Cuándo acontecen más defunciones?

Los meses que se registra el mayor número de es enero, con 9.80 %, y junio, con 8.82 por ciento; los meses con menos defunciones fueron septiembre (7.85 %) y abril (7.92%). 

¿Dónde muere más gente? 

La tasa bruta por cada 100 mil habitantes a nivel nacional es de 619, la entidad con mayor incidencia es la CDMX con una tasa de 841 y la menor Baja California Sur con 467; Michoacán se ubica ligeramente por debajo de la media, con una tasa de 605.

Las estadísticas para el 2023, ubican la casa como el sitio de mayor ocurrencia de defunciones con 46.80 % del total registrado y 41.40 % en hospitales (públicos y privados), el porcentaje restante aconteció en la vía pública.

¿Cómo influye la vida urbana?

De acuerdo con ONU y la Organización Panamericana de la Salud, la incidencia de enfermedades se encuentra estrechamente ligado al estilo de vida urbano. Las personas que residen en una ciudad caminan menos y pesan más que aquellas personas que viven en zonas rurales. La obesidad es una enfermedad urbana, derivada en gran medida de una diversidad de factores que caracterizan el estilo de vida en las ciudades, como lo son: el sedentarismo, las infraestructuras de transporte, usos de suelo, la falta de espacios públicos para realizar ejercicio y la mala alimentación, entre otros muchos aspectos.

Lo que es preciso subrayar es que muchos de los factores mencionados no corresponden necesariamente a decisiones individuales, aunque muchas veces se piense, son determinados por aspectos estrechamente ligados al diseño de las ciudades. Basta pensar en las extensas jornadas de trabajo, tiempos de traslados cotidianos excesivos, que obligan a una mala alimentación, ante la necesidad de comer en la calle productos poco saludables. 

La dependencia al automóvil afecta en el aire que respiramos, los espacios en los que nos movemos, la calidad de las fuentes de abastecimiento de agua y muchos otros aspectos fundamentales para el bienestar de la población.

Asumir la salud de la población como una prioridad en la planeación urbana sigue siendo una asignatura pendiente, que implica que los gobiernos asuman que su responsabilidad en materia de salud va más allá de proporcionar clínicas y hospitales. Se debe incidir de forma decidida en modificar el estilo de vida, al que nos vemos obligados a seguir todos aquellos que habitamos en una ciudad. Incluso la Nueva Agenda Urbana, señala entre sus objetivos para las ciudades: fomentar un estilo de vida saludable.