El exceso de este producto tiene consecuencias en la salud, especialmente cardiovasculares. No obstante, en la región de las Américas las personas consumen el triple de los niveles aconsejables.
La reducción del consumo de sal es una de las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya que la ingesta excesiva de sodio (equivalente a 5 gramos de sal por día) se asocia a diversos riesgos para la salud. Al disminuir su consumo, las personas tienen una menor probabilidad de tener hipertensión.
La OMS señala que el consumo recomendado de sal para los adultos es menor a 5 gramos (un poco menos que una cucharadita de té) por día. La cifra sugerida es aún menor para los niños y jóvenes, en especial para las personas de entre 2 y 15 años.
Asimismo, la organización señala la importancia de que la sal debe ser yodada. Es decir, tiene que estar enriquecida con yodo, lo cual es esencial para un desarrollo sano del cerebro del feto y del niño pequeño así como para optimizar las funciones mentales en general.
A pesar de la sugerencia, la población mundial no cumple con los gramos diarios. Datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señalan que en las Américas las personas consumen hasta el triple de la cantidad recomendada y todos los grupos de edad, incluso los niños, están afectados.
El riesgo más frecuente del exceso de sal es la hipertensión arterial, responsable por sí sola de unas 9.4 millones de muertes al año, revela la OPS.
El organismo refiere que la presión arterial alta contribuye en, al menos, el 40% de todas las enfermedades del corazón y accidentes cerebrovasculares, que representan a su vez el 45% de las enfermedades no transmisibles (ENT).
Sumado a lo anterior, una cantidad excesiva de sal en la dieta se vincula con cáncer de estómago, empeoramiento del asma, osteoporosis (huesos debilitados) y cálculos renales, completa la entidad.
La organización advierte que la hipertensión es un riesgo de salud importante en la región de las Américas, en donde entre el 20% y el 35% de la población adulta ha incrementado su presión arterial.
Conforme a la OMS, un consumo de sal inferior a 5 gramos diarios en los adultos contribuye a disminuir la tensión arterial y el riesgo de enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular e infarto de miocardio.
“Aproximadamente el 30% de las personas con hipertensión tendrían una presión arterial normal y el resto tendría un mejor control de su presión si redujesen la ingesta de sal a un nivel saludable”, destaca la OPS.
La organización panamericana agrega que una dieta baja en sal evitaría hasta 1 de cada 4 ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares. Y se estima que se podrían evitar 2.5 millones de defunciones anuales si el consumo de sal a nivel mundial se redujera al nivel recomendado.
