Órganos internos de control. El análisis de hoy de la Dra. Yurisha Andrade Morales

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Órganos internos de control

Yurisha Andrade Morales*

Los días jueves y viernes de la semana pasada se celebró en esta ciudad capital el Cuarto Foro Nacional de Capacitación de los Órganos Internos de Control de los institutos electorales de nuestro país, con la anfitrionía de las y los consejeros del IEM, la presencia de destacados ponentes y con la magnífica organización de la Dra. Rosario Flores Muñoz, quien logró el desahogo de una interesante agenda sobre el rol que estos órganos tienen en las instituciones electorales.

            Los llamados OIC, están previstos en el artículo 109 fracción III de nuestra Constitución, el cual señala que “las faltas administrativas graves serán investigadas y substanciadas por la Auditoría Superior de la Federación y los órganos internos de control o por sus homólogos en las entidades federativas…”, lo cual ha propiciado la atinada política del Estado mexicano de construir el Sistema Nacional Anticorrupción, justo a partir de la reforma constitucional de 2015 en materia de corrupción y cuya Ley General fue promulgada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de julio de 2016.

            Dicho Sistema consiste en un conjunto de instituciones que funcionan de manera independiente entre sí, pero que se coordinan para cumplir con las políticas en materia de prevención, detección, control de la corrupción, promoción de la integridad y participación ciudadana; su propósito es lograr una estructura de contrapesos para que todos los órganos de gobierno, en sus tres niveles, y los servidores públicos que los integran, sean responsables entre ellos y, por ello, se implementa un esquema que pone límites y vigila a los servidores públicos, estableciendo una sinergia exitosa entre las instituciones responsables de la transparencia, fiscalización, rendición de cuentas y combate a la corrupción.

            En otras palabras, los OIC son unidades administrativas de todas las dependencias de la administración pública federal, local, municipal y de los organismos constitucionalmente autónomos, encargadas de prevenir, detectar y sancionar los actos de corrupción en las dependencias o entidades públicas; y de promover el apego a la legalidad de los servidores públicos mediante capacitación y la tramitación de quejas, denuncias y peticiones ciudadanas; además de realizar auditorías y revisiones de control; e instaurar procedimientos administrativos de responsabilidades.

            Las modernas democracias se caracterizan por la transparencia y rendición de cuentas que sus instituciones deben mantener frente a la ciudadanía. Bajo esa premisa, los OIC se erigen como un antídoto eficaz en contra de la corrupción que lamentablemente sigue siendo uno de los mayores males de nuestras sociedades. Todo gobierno emanado de la voluntad popular mediante el sufragio libre debe garantizar mecanismos adecuados para erradicar las conductas corruptas de sus aparatos administrativos y para castigar a los servidores públicos que se beneficien ilegalmente de sus encargos.

            El Foro celebrado en nuestra entidad federativa cobra relevancia por su carácter nacional y porque se inscribe en los esfuerzos que también se realizan para erradicar la corrupción en los organismos electorales que por su carácter autónomo y su cercanía con la ciudadanía deben asumir como vital el objetivo de evitar la corrupción, tarea que se vuelve compleja porque los actos corruptos adquieren múltiples formas que se mimetizan en conductas socialmente aceptadas o normalizadas por los servidores públicos y la ciudadanía y también por la vastedad de la estructura que soporta el aparato de gobierno y al Estado mismo.

            La viabilidad de la democracia radica en la implementación de mecanismos que permitan la renovación pacífica y periódica de los poderes públicos, pero también de la generación de satisfactores adecuados a las complejas problemáticas que viven las sociedades actuales, donde ni Michoacán ni México son la excepción. Erradicar la corrupción es tarea de todos y todas, de gobiernos y ciudadanía y las autoridades electorales, en coordinación con los respectivos OIC podemos contribuir a generar políticas preventivas y a aplicar los correctivos cuando sean necesarios.  

*Magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán

@YurishaAndrade