Necesidad de áreas verdes y menos vialidades. El tema de hoy del Dr. Salvador García Espinosa #ElDerechoALaCiudad

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El Derecho a la Ciudad

NECESIDAD DE ÁREAS VERDES Y MENOS VIALIDADES

Salvador García Espinosa

Todas las ciudades están en una construcción constante y, por lo tanto, en su transformación permanente. Si observamos la ciudad que habitamos será fácil observar que se trata de un collage de construcciones de muy distintas épocas, más aún, en algunas de las ciudades donde se han demolido edificios y construido otros modernos o contemporáneos, se puede observar un trazo urbano, secciones de calles o esquemas de lotificación muy particulares, y específicos de una época o corriente de pensamiento. Esto nos permite afirmar que hoy es cuando se construye la ciudad del mañana, las obras que se edifican hoy, formarán, aunque de forma parcial, parte integral de la ciudad del futuro.

Soy un convencido de que en todo momento se han buscado instrumentar las mejores decisiones, aunque con el paso del tiempo nos hayamos dado cuenta de que generaron más perjuicios que los beneficios pretendidos. Un claro ejemplo es, sin duda, la planeación con base en la zonificación de usos de suelo, que hoy, en la dimensión actual de las ciudades se le atribuye que propició problemas graves de movilidad.

Hoy, los conocimientos científicos y técnicos desarrollados nos han permitido comprender que la realidad del deterioro ambiental que vivimos, conocida como Cambio Climático, nos demanda que las ciudades busquen urgentemente alternativas, entre otros aspectos, sobre el aumento de áreas verdes y la mejora en los esquemas de movilidad urbana con sustentabilidad ambiental y social.

En el primer caso sobre el incremento de áreas verdes, si bien existen parámetros como el de la Organización Mundial de la Salud, cuya recomendación es de 9 a 16 metros cuadrados por cada habitante en una ciudad. Sin duda, la mayoría de nuestras ciudades en México se encuentran muy por debajo de dicho indicador, y por este motivo se hacen esfuerzos constantes e incluso se han modificado normas y reglamentos a fin de incrementar el número de áreas verdes en las ciudades.

La principal estrategia para incrementar la relación de metros cuadrados por habitante fue la creación de grandes parques urbanos, lo que no necesariamente implica una mejora en la calidad de vida de sus habitantes. Lo anterior, podemos ejemplificarlo con el denominado “Parque Bicentenario de Morelia”, cuya superficie de 32 hectáreas, si bien representó, en su momento un incremento de 0.37 m2/hab. Su ubicación resulta del todo accesible para algunas de las zonas habitacionales más densamente pobladas de la ciudad, pues sus habitantes requieren de un traslado de poco menos de una hora y el consecuente costo que representa usar dos rutas de transporte público en promedio.

La situación anterior ha llevado a instrumentar desde hace poco más de una década en las principales ciudades del mundo como Nueva York, París, Berlín, Sao Pablo, la estrategia de disminuir la superficie de vialidades para transformarlas en pequeños parques. Tal vez el caso más evidente sea el de Nueva York, donde en el área de Manhattan, en que era común observar vialidades saturadas por sus característicos taxis amarillos y demás vehículos automotores, se ha reducido las secciones viales para integrar pequeñas áreas verdes, se han eliminado áreas de estacionamiento en la vía pública para conformar áreas peatonales y de esparcimiento social.

En Morelia, como en otras ciudades, se observa la carencia de áreas verdes, esto queda de manifiesto cuando se observa el incremento de intensidad o diversificación en el uso de los espacios tradicionales o existentes. Un claro ejemplo de lo señalado acontece en el área conocida como el Planetario o Centro de Convenciones, y que constituye uno de los principales pulmones de la ciudad dados sus extensos jardines.

En este espacio, el año pasado se instaló la tradicional feria de mayo, con el consecuente reclamo de vecinos de la zona, debido al inminente deterioro que causaría la instalación de juegos mecánicos en los jardines y la ocupación temporal del espacio público por la feria. Asimismo, durante la pasada temporada navideña se instaló en esta misma área del Planetario una pista de patinaje sobre hielo, juegos mecánicos y demás atractivos para la población, con el consecuente deterioro de las áreas verdes de este sitio. De igual forma, en una de las principales plazas del Centro Histórico de la ciudad se instaló otra pista de patinaje sobre hielo.

En los casos descritos, más allá del éxito en términos del número de visitantes y que les permite a las autoridades justificar las acciones realizadas, lo cierto es que se requieren más áreas verdes, no para que la población acuda en temporadas extraordinarias, sino de forma cotidiana.

En este mismo contexto se observa que se realizan obras de acondicionamiento en áreas existentes, como la construcción de un parque lineal sobre el camellón central del Blvd. García de León. Sin lugar a dudas, la construcción de andadores en su parte central facilitará que los visitantes recurrentes acudan con mayor comodidad y seguridad. Aunque también se debe tener cuidado de que dichas adecuaciones no incentiven la instalación de puestos ambulantes, tianguis o, peor aún, que algunas áreas sean ocupadas para estacionamiento de autos o motos.

Morelia requiere con urgencia incrementar sus áreas verdes, principalmente porque la normatividad vigente respecto a donaciones para área verde se basa en un criterio de porcentajes, y no considera que conforme aumente la densidad bruta, disminuye la superficie de las viviendas, y con ello aumenta la demanda de áreas verdes. De forma tal que, a mayor cantidad de viviendas construidas, disminuye el indicador de metros cuadrados de área verde por cada habitante.