El Derecho a la Ciudad
Jaime Lerner
Salvador García Espinosa
El pasado día jueves 27 de mayo, falleció a la edad de 83 años Jaime Lerner, uno de los arquitectos y urbanista más influyente de Latinoamérica en siglo XX, incluso en el año 2010, la revista estadounidense Timelo consideró como uno los 25 pensadores más influyentes del mundo. Lerner quien nació en el seno de una familia judía de inmigrantes polacos en la ciudad de Curitiba, ciudad capital del estado de Paraná en Brasil. Sus aportaciones en el ámbito urbano son innumerables, pero destacan las siguientes:
Tan solo un año después de haberse graduado de Arquitecto en la Universidad Federal de Paraná, contribuyó en 1965 a la creación del Instituto de Investigación y Planificación Urbana de Curitiba (IPPUC), del cual fue presidente en 1968 y 1969, al tiempo que participó en el desarrollo del plan maestro para la ciudad. Este Instituto ha sido el modelo e inspiración para la creación, en México, de los Institutos Municipales de Planeación, pues en el caso de Curitiba fue pieza clave para convertir a esta ciudad en el paradigma de la sustentabilidad en América Latina.
Puede afirmarse que Lerner incursionó en la política motivado por un problema en la ciudad, pues observaba que el alcalde de Curitiba ampliaba las avenidas como una estrategia para mejorar el flujo vehicular. Su sentido común fue una constante en sus postulados urbanísticos, en esa ocasión afirmó que “Cuando se amplían las calzadas se estrecha la mentalidad. Y se destruye la historia”.
Pese a que fue designado alcalde, por la dictadura militar en 1971, una vez en el poder, señalaba que lo podían echar en cualquier momento, igual que lo habían nombrado. Así que consiente de que tenían poco tiempo, la primera idea impulsada por su gobierno fue convencer a la gente de que el coche no era importante.
Con una ciudad que con su área metropolitana concentraba más de 3 millones de personas, Lerner construyó en Curitiba un sistema novedoso para su momento, no contaba con recursos para la construcción de un “metro”, así que, en 1970, idearon un sistema de transporte público en el que los autobuses fueran por carriles exclusivos para garantizar tiempos más eficientes de recorrido que los de los autos particulares,señalaba que:“el futuro está en la superficie, porque no podemos esperar 20 años que se construya una estación de subterráneo”.
En Curitiba apostaron por priorizar la responsabilidad social de garantizar la movilidad a bajo costo, el Estado definió los recorridos y empresas privadas invirtieron en la flotilla de autobuses articulados, para mover la mayor cantidad de personas con el mínimo impacto ambiental. Este sistema, denominado BRT en Brasil, ha sido replicado en más de 250 ciudades, entre ellas Bogotá, Río de Janeiro, Ciudad de México y León.
Uno de los éxitos más importantes de Lerner, fue fijar y mantener el rumbo en el desarrollo de Curitiba, ciudad de la cuál gobernó en tres ocasiones (1971-1974, 1979-1983 y 1989-1992) y dos veces fue gobernador del Estado de Paraná (1995 a 2002). Al respecto de las ciudades y considerando a la movilidad como uno de sus principales problemas, señaló que “la mejor metáfora de lo que debe ser una ciudad es una tortuga, que en un mismo lugar vive, trabaja y se divierte”.
Pese a la relevancia mundial que alcanzó el sistema de transporte, uno de los aspectos más relevantes de Curitiba es su capacidad de incorporar áreas verdad a su ciudad. En el año 2003, que tuve la oportunidad de ir a estudiar la ciudad de Curitiba invitado por el Centro de Formación de Actores Locales (CIFAL-ONU), el promedio era de 53 m2de área verde por habitante. La ONU recomienda al menos 11 mts2/habitante.
Sin duda, el éxito del modelo urbano instrumentado en Curitiba, desde hace más de 50 años, ha sido el planteamiento de objetivos sociales muy claros a corto, mediano y largo plazo. La Unicef premió su proyecto denominado Da rua para a escola, en dicha premiación Lerner señaló que el mérito era de su esposa, que era profesora, pues al ver que, en todas las ciudades había niños por la calle, iniciaron un programa consistente en otorgarle, a cada familia que llevara a su hijo al colegio, una cesta de comida semanalmente.
Frente al medio ambiente, particularmente en lo referente a la contaminación de los plásticos en los océanos, generó un acuerdo entre el gobierno y los pescadores “Si pescaban peces, se los quedaban, si pescaban basura, se la comprábamos, cuanta más basura conseguían, más dinero les dábamos, el éxito social y ambiental fue rotundo.
Impulsor de la denominada “acupuntura urbana”, lo que argumentaba señalando que: “Siempre tuve la ilusión y la esperanza de que con un pinchazo de aguja sería posible curar las enfermedades, creo que podemos y debemos aplicar algunas ‘magias’ de la medicina a las ciudades, pues muchas están enfermas, algunas casi en estado terminal”.
Sirva este espacio como un sencillo homenaje para Jaime Lerner, cuyas enseñanzas fueron muchas, pero fundamentalmente logró demostrar que una ciudad no requiere tener grandes recursos económicos para transformarse. Bajo su visión, el urbanismo resulta fundamental para el desarrollo de una ciudad, siempre y cuando, responda a objetivos sociales.