El Día Internacional del Pueblo Gitano se celebra el 8 de abril con el objetivo de reconocer el valor del pueblo gitano y las contribuciones que su cultura e historia han aportado al mundo.
Se quiere acabar de una vez por todas con el estigma y discriminación de la cual han sido objeto durante tanto tiempo.
Todavía no se conoce la verdadera procedencia del pueblo gitano. Lo que sí se sabe, es que su raza es antiquísima, que le da hoy en día un halo de misterio y fascinación.
Se cree que su origen es legendario, pero el pueblo gitano representa toda una vasta y rica cultura que va más allá de los clichés y mitos que se le han atribuido con el tiempo de ser personas bohemias y errantes, que van por el mundo. Muy al contrario, los gitanos se han sabido ganar un espacio, gracias a su trabajo e importante aporte a la sociedad.
La historia y cultura de la comunidad gitana ha estado por siempre integrada al territorio español, pero tiene sus raíces originarias en la India y que con el transcurrir de los años han podido desarrollarse gracias al contacto con otros pueblos y culturas que sin lugar a duda los hacen ciudadanos del mundo.
Como parte de sus legítimos derechos, el pueblo gitano pudo institucionalizar su himno y bandera hace ya 40 años, exactamente un 8 de abril del año 1971 en la ciudad de Londres, en el primer Congreso Mundial Romaní-Gitano.
A partir de ese momento, pudo lucir este hermoso estandarte de color verde y azul, colores que simbolizan el largo camino que tuvieron que emprender los gitanos desde la india, en la época de la invasión islámica a partir del siglo IX.
Su himno fue compuesto por Jarko Jovanoic, un músico de origen serbio. Fue titulado Gelem, gelem (Anduve, anduve), en honor a todos los gitanos que desaparecieron durante el nazismo.
En la actualidad, el pueblo gitano sigue luchando por el derecho a una vida más digna.
Lamentablemente, es un hecho, que esta etnia, ha sido olvidada y a pesar del mundo moderno que hoy disfrutan muchas personas, todavía estas personas siguen luchando por una mayor integración a la sociedad.
La brecha todavía es enorme, muchos niños ni siquiera asisten al colegio y otros terminan por desertar. La realidad para la población adulta es mucho más triste, ya que no tienen acceso a buenos empleos y aquellos que logran insertarse en el campo laboral, generan pequeños dividendos que sólo les permiten cubrir sus necesidades básicas.
Por esta razón, estas personas se han unido en una sola voz ante los Estados Miembros de la Unión Europea y el Parlamento, para pedir que el derecho a una vida más feliz y plena sea una realidad y dejar en el pasado todo el sufrimiento y la discriminación sufrida durante largas décadas. (diainternacionalde.com)