El queso y la crema artesanales que se venden en algunos mercados de la Ciudad de México representan un riesgo para la salud porque están contaminados con heces humanas o animales durante su producción o venta, según un estudio publicado en la revista Asociación Internacional para la Protección de los Alimentos.
“Los resultados muestran que el consumo de queso puede representar un riesgo para la salud si se procesa en malas condiciones higiénicas y si se encuentran microorganismos y algunos patógenos en los excrementos humanos o animales”, dice Tereza Estrada, investigadora del Ministerio de Agricultura.
En el estudio participó el Centro de Biomedicina Molecular del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav).
“Según los límites de la NOM, el 87.5% de las muestras de queso fresco pasteurizado cortado al momento de la venta y el 8% de la porción de ‘crema de pasto’ sin pasteurizar vendida a granel eran de baja calidad microbiológica y presentaban bajos niveles de bacterias en humanos o animales heces”, añadió.