Elton John, un músico veterano y reconocido, ofreció un concierto de despedida en el Palau Sant Jordi, en el que se destacó la presencia de su banda y la emoción del público.
A pesar de que se trata de una despedida, el concierto fue una juerga comedida y colorida, en la que Elton John demostró su talento y su voz poderosa.
La pantalla que cerraba el escenario por detrás y discurría hacia el frente hizo un ángulo de algo más de 45º, lo que permitió a los músicos ocupar unos fosos y dejar a Elton John y su piano como protagonistas del espectáculo. Aunque ya no volverá a iluminar escenarios, Elton John seguirá siendo recordado por sus discos y sus conciertos.