El Día Mundial de la Serpiente se celebra el 16 de julio para concientizar sobre la importancia ecológica de estos reptiles y fomentar el respeto hacia ellos, combatiendo los prejuicios y temores infundados que los rodean.

Las serpientes juegan un papel crucial en los ecosistemas: controlan poblaciones de roedores y otras especies, lo que ayuda a mantener el equilibrio natural. A pesar de su reputación temida, la mayoría de las serpientes no son venenosas y evitan el contacto con los humanos.

Esta jornada también busca destacar la necesidad de conservar sus hábitats naturales, que se ven amenazados por la deforestación, el tráfico ilegal de especies y el cambio climático.

En lugar de temerles, es momento de aprender sobre ellas y reconocer su valor. Las serpientes, con su silenciosa presencia, son esenciales para la salud del planeta.