Capacitación de funcionarios de casilla
Yurisha Andrade Morales*
La integración de las mesas directivas de casillas constituye el reto logístico más importante de un proceso electoral, más aún, si hay concurrencia de elecciones federales y locales, en las que ciudadanas y ciudadanos participan con vocación cívica y de manera voluntaria para recibir y contabilizar los votos que se depositan en las urnas para decidir qué personas asumen los cargos de gobierno y de representación política. Se trata de órganos investidos de autoridad que ejercen sus funciones el día de la jornada electoral y en los que participan representaciones partidarias para vigilar su actuación.
Cada proceso electoral implica poner en marcha un complejo procedimiento para sortear, capacitar y designar a cada funcionario de casilla, pues como he señalado en artículos previos, la integración de estos órganos debe garantizar imparcialidad y eficacia al mismo tiempo. Conforme a nuestra normativa, es el Instituto Nacional Electoral la autoridad responsable de integrarlos para todas las elecciones que se organizan en nuestro país y, de presentar los informes sobre la evaluación de las estrategias que sigue, tal y como ocurrió el miércoles pasado cuando se presentó el informe sobre lo realizado en el proceso electoral 2020-2021.
Entre los datos más significativos, destaca el mecanismo de selección de los capacitadores y supervisores electorales que deben cumplir requisitos de imparcialidad y son reclutados a partir de convocatoria pública y la aplicación de exámenes y entrevistas por el personal de los órganos desconcentrados del INE. Son las mujeres y los hombres que notifican a las personas que están en la lista nominal y los capacitan para integrar las mesas de casilla.
Por lo que se refiere al perfil, el informe da cuenta de que se trata de personas jóvenes localizadas a través de redes sociales y que la edad de mayor recurrencia de aspirantes a capacitadores y supervisores fue de 24 años, en segundo lugar 25 años y en tercero 23 años. Estos datos coinciden con el hecho de que la población adulta joven de nuestro país, es la más propensa a consumir información en las redes sociales e interactuar a través de ellas. Al respecto, el INEGI, en el Censo de Población y Vivienda 2020, señaló que de los 35.3 millones de personas jóvenes que utilizan Internet, 33.9 millones interactúan en redes sociales, aspecto que también coincide con datos contenidos en el Informe País de 2020 que indica que personas menores de 20 y de entre 20 y 29 años usan preferentemente redes sociales.
Justo por ello, el informe del INE menciona que la difusión para reclutar a este personal fue más efectiva en redes sociales y en su página web. Esto indica que las redes llegaron para quedarse, que paulatinamente sustituyen a medios tradicionales de comunicación y que su uso se extiende a lo largo y ancho del país a la par que se amplía la cobertura de internet; en contraste, la autoridad señala que pudo captar al 40.49% de este personal a través del famoso cartel-convocatoria.
Otro aspecto relevante contenido en el informe, refiere que las y los funcionarios de mesa directiva de casilla prefieren capacitarse en su domicilio en un 98%, mientras que a los centros de capacitación previstos por el INE en el 71% de los distritos electorales, solo asistió el 2%, pese a la nueva realidad que nos ha impuesto la pandemia del COVID-19. Son, estos y otros muchos datos analizados en dicho documento, elementos que sirven para depurar los procesos de integración de las mesas directivas de casillas.
En mi opinión, informes y diagnósticos técnicos de estas características deben difundirse y deliberarse con la sociedad, en particular, con los legisladores de todos los partidos que plantean, de nuevo, la posibilidad de reformar nuestro sistema nacional de elecciones que hoy ofrece procedimientos sólidos para la organización de los procesos electorales y contiene candados eficientes para garantizar su imparcialidad, credibilidad y autenticidad. No considerar la experiencia acumulada de institutos y tribunales electorales puede tener un efecto negativo para nuestra democracia.
*Magistrada del Tribunal Electoral del Estado de Michoacán
@YurishaAndrade