Zona libre en Puerto Lázaro Cárdenas; el análisis del Dr. Salvador García Espinosa

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El Derecho a la Ciudad

ZONA LIBRE EN PUERTO LÁZARO CÁRDENAS

El día de ayer el gobernador electo de Michoacán informó que esta llevando negociaciones para instrumentar en el puerto de Lázaro Cárdenas lo que denominó “una zona libre”, sería un excelente comienzo para la próxima Administración Estatal que, se retomará el proyecto de la Zona Económicamente Especial (ZEE), pues resulta ser uno de los enlaces más dinámicos, pero hasta ahora desaprovechado.

Hay que señalar que existen varios factores que le confieren al puerto michoacano un papel privilegiado de entre los más de cien puertos mexicanos, los primeros son sus características propiamente como puerto y que corresponden a que cuenta con un canal de acceso de 18 metros de profundidad y dársenas de 16.5 metros de ancho, que lo convierte en el único puerto mexicano protegido para recibir embarcaciones de hasta 165 mil toneladas de desplazamiento. Además de contar con amplias zonas de almacenamiento, áreas de navegación, muelles especializados y varias terminales; cuenta con instalaciones altamente calificadas para el manejo de carga general, contenedores y gráneles diversos en una superficie de 3,834.03 hectáreas.

Pese a las características anteriores, la verdadera potencialidad del puerto marítimo, se encuentra en la tierra y corresponde al enlace ferroviario que hace posible la conexión del puerto, vía ferrocarril, a través de la red intermodal de Kansas City Southern, con la ciudad de Chicago y la costa Este de los Estados Unidos. Esto tiene suma relevancia, porque el 60% la carga que maneja el puerto de Long Beach en Los Ángeles, tiene como destino la Costa este y el 40% restante la costa oeste, principalmente California. Así que, gracias al enlace ferroviario, el Puerto de Lázaro Cárdenas se ubica a tan sólo 3,900 kilómetros de la ciudad de Chicago, distancia muy similar a la existente entre esta ciudad y Long Beach, que es de 3,750 kilómetros, situación altamente privilegiada para hacer posible el intercambio comercial de productos provenientes de Asia con la Costa Este de los Estados Unidos en un tiempo récord de 72 horas.

La conjugación de todo lo anterior, permite señalar que el área de influencia comercial del puerto de Lázaro Cárdenas (en virtud de la infraestructura ferroviarios y carreteros existentes), se estima en 15 entidades a nivel nacional, con una población mayor a los de 70 millones de habitantes y su área internacional abarca el mercado de 125 millones de habitantes en los estados de la costa este de los Estados Unidos.

Todas estas ventajas de carácter estratégico parecen indicar que el Puerto Lázaro Cárdenas consolidará su función de enlace transcontinental, entre Asía y Norteamérica, pues en el mes de agosto del presente año, la empresa Kansas City Southern, anunció su intención de invertir en la construcción de un nuevo puente ferroviario en la frontera de Nuevo Laredo en México y Laredo, Texas, Estados Unidos;que tendrá como objetivo el facilitar el movimiento de mercancías a través de la frontera, pues se espera que se incremente significativamente a partir de que se realizó la firma del acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Aún no se conocen los detalles sobre lo que se anunció como “zona libre”, pero el último proyecto al respectó correspondió a “zonas económicas especiales” y se trataba de un modelo probado con más de cuatro mil zonas especiales en el mundo. Tan solo en China, a partir de 1980, se establecieron cinco zonas económicas especiales, en la actualidad cuenta con 15 zonas libres de derechos aduaneros, 32 zonas de desarrollo industrial económico y tecnológico y 53 zonas de desarrollo industrial de altas y nuevas tecnologías, que van desde ciudades costeras, capitales de provincias y márgenes de ríos.

La experiencia china nos debe ilustra que cada zona especial puede ser distinta, de acuerdo a su naturaleza y potencial, pero también, permite crear condiciones preferenciales, sin perder la visión global de país. Situación que va muy acorde con el principio de que las realidades de México, como las de cualquier otro país, son muchas y muy diversas. Y por esto se requieren de normatividades específicas, como ocurrió en su momento con el Programa de Parques y Ciudades Industriales en 1953, o el Programa Nacional Fronterizo en 1961, entre otras muchas más iniciativas para incentivar un desarrollo regional.

Llama poderosamente la atención que siendo China es el segundo socio comercial de México y el primero en la región asiática, con más de mil empresas de capital chino instaladas en México, ninguna sea en territorio michoacano. Desde esta perspectiva, la estrategia que se instrumente entorno al Puerto de Lázaro Cárdenas, debe permitir potenciar sus beneficios, al menos a lo largo de los 400 kilómetros de vías férreas que corresponden a territorio michoacano y por las que transitan cientos de miles de contenedores anualmente, además del beneficio inmediato a la Ciudad de Lázaro Cárdenas, pues resulta inconcebible que teniendo el potencial del puerto y de la industria acerera más grande del mundo, sea una de los 10 ciudades con menor calidad de vida en México.