Mi abuela sabía hace mucho tiempo que cenar demasiado era malo para la salud, pero ahora los científicos han encontrado evidencia de que el dicho “desayuna como un rey, come como un mendigo” es cierto. Investigadores de una crononutricionista española van un paso más allá y demuestran que no es solo qué y cuánto comes, sino también cuándo lo comes.
Un estudio realizado por la investigadora financiada por los NIH, Marta Garaulet Aza, confirmó que cenar tarde aumenta el riesgo de diabetes en una población en un 50 por ciento debido a una variante genética.
Los análisis de mil voluntarios de la región española de Murcia determinaron que cenar tarde afecta la tolerancia a la glucosa, especialmente en aquellas personas que tienen una variante genética de riesgo en el receptor de la melatonina; específicamente en la variante MTNR1B que está presente en la mitad de la población de España.
“Gracias a esta investigación hemos conseguido establecer la relación entre el funcionamiento de la insulina del páncreas y la melatonina. Se trata de algo realmente importante, sobre todo porque se ha determinado una variante genética que aumenta el riesgo de diabetes tipo 2 en la mitad de la población”, explicó Garaulet a la prensa local.
