Un incidente escalofriante tuvo lugar en la colonia Otilio Montaño de Jiutepec, Morelos, cuando un niño de aproximadamente 5 años fue víctima de un feroz ataque por parte de un perro de la raza pitbull. El niño sufrió graves heridas, incluido el arrancamiento del cuero cabelludo y lesiones faciales, mientras se dirigía a su hogar después de salir de la escuela.
Según los informes preliminares, el niño tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital en Cuernavaca debido a la gravedad de sus heridas. La comunidad y las autoridades locales han respondido con consternación ante este terrible incidente.
El debate sobre la agresividad de los pitbulls ha resurgido en medio de esta tragedia. A menudo, estos perros son estigmatizados por incidentes similares, pero los expertos coinciden en que la culpa no recae en la raza, sino en la educación y el entorno proporcionado por sus dueños.
En la antigüedad, los pitbulls eran conocidos por ser perros de familia cariñosos y se confiaba en ellos para cuidar a los niños. La Asociación Americana contra el Maltrato Animal respalda esta afirmación.
Además, un estudio que midió la agresividad de 400 perros de diversas razas en diversas situaciones encontró que los perros chihuahuas mostraron un comportamiento más agresivo en comparación con los pitbulls. Estos hallazgos subrayan que no se puede generalizar la agresividad a una raza en particular, sino que el comportamiento de un perro depende en gran medida de su crianza y su ambiente.
En el caso del niño herido, las autoridades están investigando las circunstancias del ataque y tomando medidas para garantizar la seguridad de la comunidad.
