Los Dodgers de Los Ángeles retiraron el número 34 del pitcher mexicano 62 años, Fernando Valenzuela, después de que comenzó la fiebre llamada “Fernandomanía”, que generó este pelotero que en 1981 fue Novato del Año y también obtuvo el Trofeo Cy Young que se entrega al mejor lanzador de la temporada.
Antes del inicio del segundo juego de la serie ante los Rockies de Colorado, el equipo rindió homenaje al Toro de Etchohuaquila en la que estuvieron como invitados otro exlanzador zurdo histórico de los Dodgers, Sandy Koufax; quien fuera el catcher de Valenzuela durante su carrera, Mike Scioscia; el pitcher sinaloense Julio Urías, y el recién retirado cronista Jaime Jarrín, quien acogió al mexicano cuando debutó apenas con 20 años y con quien trabajó como analista de radio y televisión con el club argelino.
“Es algo muy emotivo”, dijo Valenzuela en una sala repleta de periodistas, de medios en inglés y español, antes de la ceremonia. “Jamás lo esperé”.
Los fanáticos, algunos de los cuales acudieron con sombreros de charro, se pusieron de pie para ovacionar la develación, junto con los hijos y nietos de Valenzuela, quien tomó la mano de su esposa Linda mientras ambos caminaban por la raya del jardín izquierdo para mirar el acto.
Más temprano, un mariachi tocó música mexicana, cuando Valenzuela apareció en la cueva y ocupó un estrado frente al montículo.
Por la mañana, el mexicano de 62 años visitó el centro de Los Ángeles, donde la asamblea de la ciudad declaró que esta fecha era el “Día de Fernando Valenzuela”.
Las actividades fueron parte de una celebración que durará todo el fin de semana, para uno de los peloteros más populares en la historia de los Dodgers. Un espectáculo de drones en honor de Valenzuela, se programó para después del encuentro.
Valenzuela se convirtió en una sensación durante aquel año. Además de coronarse en el Clásico de Otoño, obtuvo los premios Cy Young y Novato del Año. Fue el primero en conseguir ambos galardones en la misma temporada.