Lionel Messi jugó su segundo partido con la camiseta de Inter Miami y destruyó el estadio DRV PNK el martes. No sólo consiguió el brazalete de capitán, sino que abrió el marcador a los 8 minutos, anotando dos veces y el equipo volvió a entrar en racha ganadora.
Fue ovacionado en la grada por Antonella Rocuzzo y sus tres hijos, Tiago, Mateo y Ciro, que fueron sus mayores apoyos.
Los movimientos de rosarina no atraen la atención de las personas, y la cámara cautivó su ira cuando ella sucedió cerca de ella.
Antonella miró preocupada y llamó la atención, Dependiendo del contexto y de lo que se desprenda de las imágenes captadas por las cámaras, que captaron sólo a ella, se puede inferir enfado, o mejor dicho, preocupación por uno de sus hijos.
Aunque era imposible ver lo que sucedía frente a ella, a Rosario se la vio “interiormente” diciéndole a uno de los niños que dependiendo de las circunstancias, el niño podía salir de las gradas e ir directo al terreno de juego.
