La Comisión Europea ha abierto este miércoles una investigación formal a Amazon para averiguar si, como sospecha, la compañía está haciendo un uso irregular de datos de minoristas independientes que operan en su sistema. Algo que va contra las reglas comunitarias de varias formas diferentes.
“Los consumidores europeos compran cada vez más en línea. El comercio electrónico ha impulsado la competencia minorista y ha generado más opciones y mejores precios. Necesitamos garantizar que las grandes plataformas en línea no eliminen estos beneficios a través de comportamientos anticompetitivos. Por lo tanto, he decidido mirar de cerca las prácticas comerciales de Amazon y su doble función como mercado y minorista para evaluar su cumplimiento de las normas de competencia de la UE“, ha explicado en un comunicado la comisaria Margrethe Vestager.
¿Cuál es el problema? Amazon tiene un papel dual. Por un lado, vende productos en su web como otros proveedores. Pero al mismo tiempo, es la que proporciona un mercado para que otros vendedores independientes puedan colocar sus productos a una clientla de cientos de millones de personas en todo el mundo.
En ese proceso, la empresa recopila datos de todo tipo sobre la actividad en la plataforma, una cantidad descomunal. Y según las estimaciones preliminares de los técnicos de Bruselas, Amazon estaría usando esos datos e información muy sensible para beneficiarse de forma ilegal.
Al abrir una investigación en profundidad, la Comisión puede exigir cooperación total al gigante norteamericano, que debe remitir la documentación que se le pida. En concreto, el departamento de Vestager busca aclarar dos cosas. La primera,si el uso de toda esa valiosísima información acumulada en su plataforma se está aprovechando para afectar la competencia beneficiando a Amazon en su papel de vendedor.
La segunda, el papel del llamado ‘Buy Box’, la caja que se coloca en un lugar muy prominente en su página web y que permite a los usuarios mandar algo directamente a la lista de la compra. Estar en esa caja es vital, pues “una amplia mayoría de las transacciones se hacen así”, explican los técnicos en su escrito. Algo parecido a estar en la primera página de los resultados de un buscador.
El proceso arranca ahora, pero puede durar años. Habrá intercambios constantes entre ambas partes y aclaraciones. La Comisión señala, como siempre en estos casos, que la apertura de un expediente no prejuzga ningún resultado. De aquí puede salir una sanción o nada. Pero lo cierto es que cuando Vestager da el paso es porque está bastante segura, y más cuando afecta a prácticas competitivas de gigantes de este calibre.
Con información de: el mundo
