Tras 25 años de ausencia, don Eligio se reencontró con su hija en Estados Unidos

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California, Estados Unidos, a 8 de noviembre de 2020.- Con estricto apego a las medidas sanitarias establecidas para evitar la propagación del COVID-19, pero con los sentimientos a flor de piel, entre llanto, risas, globos, flores y regalos, así fue el reencuentro de 17 integrantes del programa sello del Gobierno de Silvano Aureoles Conejo, Palomas Mensajeras, originarias de Lázaro Cárdenas, con sus seres queridos en California, después de 15, 20 y hasta 30 años de ausencia.

Ni los padecimientos de algunos, ni el cansancio originado por las largas horas de viaje, evitaron que las madres y padres de familia mantuvieran su energía al máximo, para abrazar a sus hijas e hijos, en un encuentro que, aunque sin fiesta, mariachis o eventos culturales, fue sumamente emotivo.

Entre las 17 personas adultas mayores viajó Eligio Infante Soto, de 78 años de edad, quien tenía 25 años sin ver a la mayor de los 20 hijos que procreó a lo largo de su vida. Acompañado por su bastón y una pequeña maleta al hombro, este hombre destacó que para él lo más importante fue siempre tener a sus hijos cerca y es por eso que se atrevió a realizar esta, la más grande aventura de su vida.

“Tenía mucho tiempo intentando, pero no podía sacar la visa, me la negaron dos veces y cuando me la dieron en enero dije “ahora sí voy a ver a mi hija, cualquier día que sea es bueno porque ya tengo la visa, nunca perdí la esperanza, cuando me dijeron en abril que se posponía el viaje, yo nunca perdí la fe, dije si Dios quiere vemos a llegar y mire, gracias a Dios sí le llegamos”.

Don Eligio tiene cuatro hijos en Estados Unidos, en esta ocasión solo convivirá con su hija y uno de sus tres hijos que viven allá legalmente; también conocerá a nueve nietos con los que solo ha dialogado por teléfono, él se considera un hombre afortunado 

“Yo me considero un hombre con suerte, ir a ver a mi hija es algo muy importante, yo fui albañil y siempre hice lo posible para conseguir recursos, yo nunca quise dejar a mis hijos y ahora mis hijas, bueno los hombres también, pero más las mujercitas se preocupan mucho por mí, es una gran bendición”.

Circunstancias de la vida originaron que don Eligio no haya podido conocer a cuatro de sus vástagos y esa es la principal razón por la que considera a Palomas Mensajeras como un programa sin precedentes en la historia de la reunificación familiar.

“Me siento muy contento, este es un muy buen programa del Gobierno, creo que no hay otro igual, porque nos permite ir a ver a la familia que tenemos allá en Estados Unidos, ahorita con esto de la enfermedad todo se paró pero yo le digo a quienes tienen familiares en Estados Unidos, que no pierdan la esperanza, que nosotros ya lo hicimos y ellos también lo van a hacer, esperanza muere al último, que le echen ganas

Igual que don Eligio, las 16 madres y padres de familia provenientes de Lázaro Cárdenas, disfrutaron este reencuentro con seres queridos con los que podrán convivir durante tres semanas.