¡Tenemos derecho! Gatelito; hoy en Punto de Encuentro, por Julio Ibarrola

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PUNTO DE ENCUENTRO

¡ TENEMOS DERECHO ! GATELITO

Por: Julio Ibarrola Jr.

El contagio del presidente de COVID-19 (inicialmente es lo que se decía) ha generado gran polémica y dividido opiniones respecto a saber sobre su estado de salud. Y todo por la respuesta inadecuada, patética y absurda dada por el Dr. Gatell, argumentando que era moralmente válida su secrecía.

El oscurantismo, la cantinfleada, la palabrería sin sustento son rasgos típicos de los gobiernos populistas que al igual que otros tipos de gobiernos, buscan distraer la atención de sus gobernados, pero con peores prácticas.

Negar, ocultar o comunicar cosas a medias bajo el argumento de la “seguridad nacional” causa justo el efecto contrario no deseado: incertidumbre y especulación, que puede derivar en una inseguridad mayúscula no sólo de gobernabilidad sino financiera.

No hay que perder de vista que se trata de la figura presidencial y no de una persona cualquiera y que estamos en un estado aún democrático, en dónde los gobernados merecemos saber la verdad y no por morbo, sino por el funcionamiento de las instituciones del estado mexicano y por lo que haya de suceder en caso de que su salud mengue su capacidad de gobernar. ¡Si de por sí! Recordemos la evasiva a cumplir su promesa de dar a conocer su estado de salud desde el inicio de su administración.

Pues no hablamos de una gripita. Obvio que los detalles no son necesarios y se respeta la privacidad. Pero sí saber más allá de decir: está bien. A de informarse buscando ese punto de equilibrio prudencial; de tal manera que genere seguridad y certidumbre en lo dicho y no provoque especulaciones y atice el sospechosísimo de la colectividad entera.

Ojalá y esto sirva de lección para aquellas autoridades que minimizaban la gravedad del contagio del covid-19 y reconozcan sus yerros e ineptitud en su manejo y enmienden. Así como -les guste o no- han de dar ejemplo social a cabalidad de las normas y protocolos sanitarios por el cargo y la responsabilidad que ostentan; allá en la privacidad de su casa si quieren andar en taparrabos, pues que lo hagan.

La situación es por demás delicada ahora, pues hay detalles que se han ventilado por algunos medios respecto a que se ha montado toda una clínica dentro de palacio nacional donde ha sido llevado el presidente para su atención; ¿dónde quedó el discurso de ser atendido en hospitales del sector público como cualquier ciudadano? Su ausencia en medios y sin mediar foto alguna dejan que decir y para rematar, hasta con embolia cerebral ya lo hacen. Ni el padre Solalinde dice haber podido verlo por lo que espero que de perdida de lejecitos le haya echado su bendicioncita.

Como ser humano, le deseo su pronta y sana recuperación. Qué bueno que ha salido el presidente a dar su mensaje aunque haya sido por la presión que había, misma que su gobierno provocó por ser tan chimoltrufio.