Una mujer llevó al animal a una tienda de mascotas en Auburn, Maine, para que le cortaran las uñas, dijo el departamento local de vida silvestre. Fascinados por la rareza del animal, varios clientes se acercaron, lo acariciaron y lo besaron.
Pero cuando el gerente de la tienda se dio cuenta de qué clase de mascota se trataba, le pidió a la mujer que no ha sido identificada que se marchara con el animal, pues en la tienda “no cortan las uñas a los mapaches”, explicó el diario The New York Post.
Al darse cuenta de la presencia del mapache en su local, el gerente de la tienda se comunicó con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Maine y con el Servicio de Vigilancia, que determinaron que la mujer había expuesto potencialmente a los clientes y se había puesto en peligro a sí misma, dado que los mapaches son “uno de los portadores más comunes de la rabia”.
Para estar seguros, las autoridades decidieron que el animal debía ser examinado para detectar rabia y sacrificado, mientras informaban a quienes se acercaron al mapache tanto en el veterinario como en el día de los posibles riesgos.