La temporada de lluvias nos obliga a todas y todos tomar las medidas necesarias para evitar inundaciones y tragedias que afecten nuestro patrimonio o pongan el riesgo nuestra vida, apuntó el diputado Humberto González Villagómez, presidente de la Comisión de Seguridad Pública y Protección Civil de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.
El diputado por el Distrito de Puruándiro dijo que la intensidad de las precipitaciones pluviales, se ha convertido en un riesgo real en la medida en que las urbes han crecido, las zonas boscosas han disminuido y se registra una creciente desertificación de la tierra.
Humberto González refirió que mientras las sequías se colocan en primer lugar por razones ambientales, en cuanto a muertes humanas se refiere, las inundaciones son el peligro más frecuente y ocasionan mayores pérdidas económicas.
“Las inundaciones están aumentando en el mundo más que ningún otro desastre ambiental, los especialistas apuntan que se debe a que el acelerado desarrollo de las comunidades, modifica los ecosistemas locales, incrementando los riesgos de inundación”.
El legislador integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática puntualizó que las inundaciones urbanas son cada vez más, el ejemplo extremo, más peligroso y por desgracia cada vez más común, pues calles y edificios forman una cubierta impermeable que impide que el agua se infiltre naturalmente, por lo que prácticamente todo el volumen precipitado se convierte en escurrimiento.
Agregó que frente a esta situación, existen algunas medidas prácticas que todas y todos podemos realizar de manera inmediata para evitar inundaciones, tales como revisar que estén en buenas condiciones las coladeras en los patios de nuestra casa y revisar que en las coladeras o alcantarillas públicas cercanas a nuestro hogar no existan objetos o basura obstruyéndolas.
De manera preventiva, Humberto González subrayó que es importante guardar nuestros documentos en lugares del hogar a los que el agua no logre llegar en caso de inundación, y resguardarlos al interior de envases plásticos, principalmente bolsas herméticas, para evitar que se dañen con el agua.
