Cuatro ejes centrales de trabajo para el último año de trabajo de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado, fueron los planteados por la diputada Miriam Tinoco Soto, integrante de la Representación Parlamentaria al rendir su Segundo Informe de Labores legislativas.
En cumplimiento del mandato constitucional, la legisladora junto con sus compañeros de la Representación, dieron cuenta de los trabajos realizados a lo largo del segundo año legislativo, delineando la proyección de las tareas a realizar en el que será el último año de la actual Legislatura.
Miriam Tinoco expuso las líneas de acción de dichas tareas: insistir en el combate a las desigualdades no sólo económicas, sino sociales, y sobre todo la discriminación por razones de género, raza y clase social; el combate a la corrupción, mejorando los cuerpos normativos, dotando de presupuesto y autonomía a las instituciones encargadas de ello, no sólo a la Auditoría Superior de Michoacán, a su Unidad de Evaluación y Control, también al Sistema Estatal Anticorrupción.
Asimismo se refirió a la necesidad de un nuevo constitucionalismo para el Estado, incorporando en la máxima norma estatal los medios de defensa constitucional local y el control de convencionalidad de las autoridades administrativas.
Miriam Tinoco Soto se pronunció porque la Legislatura sea factor de articulación, de suma, como lo ha sido, con las fuerzas políticas representadas en la Legislatura, que no sólo exija cuentas al gobierno, sino al propio Congreso, carente de transparencia al registrar bajos niveles de cumplimiento de la ley, apenas el 20% y de la falta de entrega de sus cuentas públicas.
En memoria del diputado Erik Juárez Blanquet, recordó que su deceso es un hecho profundamente doloroso, ya que representa un acto de terror en contra de un poder soberano como el Legislativo, hecho largamente anunciado y pobremente atendido hasta hoy día.
Recalcó que la Representación Parlamentaria ha trabajado con una visión de izquierda ciudadana, y recordó que las y los michoacanos no esperan de sus legisladores la descalificación inútil, la defensa cerrada de personajes o siglas.
“Creemos que es posible transmitir el deseo del cambio en el funcionamiento de la vida política, al menos en la del Congreso para que se acaben las imposiciones, que se abran las puertas y ventanas para permitir que los ciudadanos puedan participar y que nuestro trabajo esté siempre centrado en la eficacia y la transparencia”, recalcó.
