Omisiones en la dictaminación de iniciativas deben ser castigadas por Ley: Lucila Martínez

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Las omisiones en la dictaminación de iniciativas deben ser sancionadas por Ley, ya que un diputado que incumple con su labor de legislar, contraviene el mandato legal que le ha sido conferido, subrayó la diputada Lucila Martínez Manríquez, integrante de la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado.

De acuerdo con la legisladora, existen iniciativas que por una u otra razón, se quedan en estado vegetativo hasta por más de diez años, sin que la o las comisiones a las que fueron enviadas, se hayan pronunciado a favor o en contra en los tiempos establecidos en la propia ley.

Frente a esta situación, la legisladora recordó que en abril de 2019 presentó una iniciativa para reformar la Ley Orgánica y de Procedimientos del Congreso, para evitar que las iniciativas o los asuntos turnados,  duerman el sueño eterno en comisiones.

“Por algún motivo muchas iniciativas no se dictaminan en el tiempo legalmente establecido, ni aún después de consumada la Legislatura en la que fueron presentadas; por lo que son heredadas de Legislatura en Legislatura en la llamada congeladora”.

Refirió que muchas veces las razones que motivan a las comisiones a no dictaminar las iniciativas que les fueron turnadas, son el temor de enfrentarse a los retos que implica el cambio social; el disgusto de algunos colectivos sociales; y el trastocar los interés de algún partido político.

“Es importante tener claro que las legislaturas a las que se les presentan las iniciativas o los asuntos, son las responsables de ponerlos en estado de resolución, y no es sano para el desempeño de las funciones de las próximas legislaturas que les sea heredado gran cantidad de trabajo al inicio de su periodo legislativo; considerando incluso que en la mayoría de las ocasiones, los proyectos heredados están desfasados o ya contemplados en nuevos ordenamientos”. 

Lucila Martínez Manríquez hizo un llamado a las comisiones a dictaminar su propuesta y evitar así que ésta padezca la misma práctica que pretende combatir.

Consideró que es sano darle celeridad y certeza jurídica al proceso legislativo y atender de fondo, pero sobretodo de manera permanente, los efectos del problema del rezago, llevando a buen término el trabajo que día con día se realiza en el Congreso.