Navidad: Tristeza y felicidad; “Punto de Encuentro”, #Columna

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PUNTO DE ENCUENTRO

NAVIDAD: TRISTEZA Y FELICIDAD

Por: Julio Ibarrola Jr.

Navidad, palabra que proviene del latín: Nativitas que significa nacimiento y que conmemora el advenimiento del niño Jesús, el nacimiento del hijo de Dios hecho hombre y que vino a salvarnos.

Cada año se celebra el 25 de diciembre (aunque hay estudios que dicen que no fue en esta fecha cuando nació) y es la fiesta religiosa más vieja y antigua del cristianismo y celebrada en todo el mundo hasta por aquellos que no profesan la religión católica. Más sin embargo reúne a toda la humanidad entorno a la familia la noche previa llamada Noche Buena.

Su celebración reviste matices y símbolos diferentes y compartidos según el país o región y más allá de la distorsión o aprovechamiento comercial, banal y mundano, queda claro que para todos representa alegría, dicha, felicidad, paz, hermandad, dar y compartir,  fraternidad y solidaridad entre otros valores.

Más sin embargo y no obstante lo anterior, para un número cada vez más creciente de personas tiene un efecto negativo o contrario, causado o provocado de manera exterior por la época invernal y otro que es por algo interior y que es más fuerte pues afecta la psique de la persona al ser provocado por un suceso pasado desagradable, doloroso que causa nostalgia, tristeza, dolor y hasta enojo entre otras cosas y que se vuelve un pesar en éstas fechas haciéndolas insípidas y hasta dolorosas.

En la persona afectada desata un estado emocional desfavorable y desequilibrado. Y en la mayoría de los casos es difícil de identificar los síntomas, pues puede haber factores que confundan a lo que hoy en día se le conoce como depresión navideña.

De acuerdo al Instituto Nacional de Psiquiatría existen en México aproximadamente 5 millones de personas que la padecen. Más sin embargo, por otro lado, la Secretaría de Salud dice que éste tipo de depresión (también conocido como trastorno afectivo estacional) afecta ya entre un 4 y un 8 por ciento de la población, afectando más a las mujeres en una proporción de 4 a 1.

Algunos de los síntomas más comunes son: desgana, irritabilidad, pesimismo, apatía, fatiga, insomnio o mucho sueño, llorar sin razón, la soledad y aislamiento entre otros.

Las acciones para combatirla son tan bastas como sus propias manifestaciones, por lo que se recomienda de entrada no desistir en combatirla llevando a cabo algunas de las siguientes actividades: hacer algún tipo de ejercicio, visitar lugares que provoquen distracción o bienestar, socializar con quien o quienes le hagan sentir más cómodo, acudir al cine o bailes, alimentarse sanamente, evitar el alcohol, deshacerse de todo aquello que le sea innecesario o cause dolor, medite y haga oración, perdone y perdónese, haga labores de beneficencia, etc.

Híjuela compadre, esto ya va siendo un problemón de salud pública para ya sabes quién. Y sí compadre, pero más que nada no pierda de vista el origen y motivo de esta festividad y que eso nos lleve a vivir realmente las enseñanzas de sus valores.

Recuerde que la navidad más feliz, no es aquella dónde hay más música, regalos, comida y lujos sino aquella en dónde los valores de la navidad están presentes, dónde se esmeran por vivirlos.

Les deseos a todos ustedes, amables lectores, mis mejores deseos para que tengan unas bonitas fiestas decembrinas y la luz y gracia de Dios nuestro Señor en la conmemoración del nacimiento de su hijo Jesús, entre y permanezca en ustedes y sus seres queridos.

¡Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo!

Contáctame: julioibarrola@hotmail.com