Este lunes 28 de agosto regresaron a las aulas 24.4 millones de niños mexicanos. Sin embargo, este regreso a clases estuvo marcado por la polémica de los nuevos libros de texto los cuales han sido nombrados por algunos como adoctrinadores, propiciadores de ideas comunistas y socialistas.
El hecho es que entre toda la polémica los libros aún no han sido entregados a los alumnos y la división de opiniones continúa porque por un lado hay quienes niegan que la educación al igual que todo acto humano es cambiante ¿por qué entonces no habrían nuevas formas de enseñanza?
Por otro lado, la opinión que parece prevalecer es la de los libros que están con errores gramaticales con combinación de asignaturas. Lo que es cierto es que la polémica con los libros de texto ha sido una constante, por el sello que el gobierno en turno pone.
Luego de este pequeño contexto quiero hacer notar otra parte que ha sido menos mencionada: los olvidados de la educación. Aquellos que tienen que caminar horas para trasladarse a un aula a recibir clases, o quienes no tienen una escuela en forma.
Es decir, más allá de los libros que se reciben, primero se debe partir por el derecho a la educación que todo niño y niña mexicano tiene y que en la realidad no a todos se cumple.
El reto sigue siendo cumplir con ese derecho que se ve rebasado por la pobreza, la marginación y hoy hasta por la delincuencia. Y es que el futuro de los niños ya no se visualiza en una profesión si no en aquello a lo que está más al alcance, esa es una cara de la incursión de la delincuencia en la educación la otra es que por el temor de salir, de trasladarse a las aulas puedan ser atacados por el crimen quienes se pasean como “Juan por su casa”.
Según cifras del INEGI el 2% de los 15 millones de niños en México no acude a la escuela. También hay indicadores que marcan factores como composición de la familia, escolaridad de los padres, profesión de los padres los que marcan pauta en que los niños y niñas asistan o no a la escuela.
Estas cifras son un acercamiento del gran reto que sigue siendo la educación en el país. Un problema complejo porque involucra otros problemas ya que las causas de no recibir educación varía.
Por ejemplo, para niños y niñas de entre 3 y 5 años que deberían cursar la educación preescolar, es más probable que no atiendan si son indígenas. Entre los 6 y los 12 años, correspondientes a la escuela primaria, las niñas y niños con más probabilidad de no ir o abandonar la escuela son aquellos que tienen alguna discapacidad.
En la educación secundaria, la causa principal de abandono escolar es el trabajo infantil producto de los bajos recursos y la necesidad de aportar económicamente a su hogar. Para adolescentes de entre 15 y 17 años (en edad de cursar el nivel medio superior) trabajar para ayudar a sus familias es la principal causa por la que dejan sus estudios. Así lo señala la Unicef en México.
Lo anterior evidencia que el problema educativo en México va más allá de los libros de texto sino por materializar el derecho a la educación.
Los problemas sociales del día a día deben dejar de seguir siendo un medio político y sus abanderados propiciar realmente hablar del tema o temas como seriedad y con la profundidad que lo requiere. Si realmente se tiene interés en trabajar en lo educativo que se haga la crítica y el trabajo no solo en los libros de texto que se empiece por que todos reciban educación……aunque incomode.
*La columnista es Maestra en Derecho por la UMSNH y doctorante en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM