No se puede descartar la posibilidad de que una proporción mínima de las remesas tenga su origen en flujos ilícitos, pero la mayor parte son genuinas, para el uso diario de los hogares e individuos receptores, advirtió en entrevista el economista principal sobre migración y remesas del Banco Mundial, Dilip Ratha.
Las autoridades tanto del lado emisor como del receptor de remesas deben desarrollar métricas de riesgo para juzgar qué tipo de transacciones son comprometedoras y sólo examinar esas, advirtió el economista principal sobre migración y remesas del Banco Mundial, Dilip Ratha.
Estas transferencias son un salvavidas financiero esencial para los hogares en los países de origen y su constante crecimiento desde el 2020 en particular, refleja la solidez del mercado laboral de Estados Unidos, aseguró.
Admitió que “no se puede descartar esta posibilidad (de que una proporción mínima de estos envíos tenga origen en lavado de dinero)”, pero subrayó que la mayor parte son genuinas, para el uso diario de los hogares e individuos receptores.
Entrevistado por El Economista, explicó que los migrantes envían más dinero en tiempos de necesidad, como para una boda o un funeral o cuando ocurre un desastre natural.
Una y otra vez, hemos visto que las remesas tienden a ser la primera forma de ayuda que llega después de un terremoto o una inundación, consignó.
El experto en migración y remesas de todo el BM, enfatizó que también a ellos, en el Centro para la Migración y el Desarrollo (Knomad) del organismo, les sorprendió la resistencia de las transferencias durante la pandemia y aún después.
Pero en el mismo periodo se presentaron fenómenos que han probado su contribución a esta fortaleza en los envíos, como es la gran cantidad de migrantes en tránsito varados en México y Guatemala y el registro de las remesas intrarregionales.
Seguirá moderándose el flujo
Los migrantes en tránsito de Cuba, Nicaragua, Venezuela y otras naciones que pasan por Guatemala y México camino a Estados Unidos representan los grandes flujos de remesas a esos dos países de tránsito, enfatizó.
El experto consideró que la dinámica del empleo para hispanos en Estados Unidos seguirá sosteniendo el crecimiento de las remesas hacia sus hogares en América Latina.
“El mercado laboral de Estados Unidos se mantendrá fuerte en relación con su condición en recesiones económicas anteriores y se proyecta que el crecimiento de las remesas a la región seguirá dinámico con un crecimiento de 3.3% en este año y 2.7% anual en el 2024”, proyectó.
La entrada esperada de remesas contrasta con el crecimiento anual de los flujos registrados en el 2021, que fue de 26% y que comenzó a suavizarse en el 2022, cuando aumentó 11.3 por ciento.
Ratha explicó que en los primeros tres meses del 2023, un sólido mercado laboral estadounidense estuvo detrás del aumento en el flujo de remesas captadas en América Latina y el Caribe.
México no es el país que registró el mayor crecimiento de estas entradas, acotó el economista del Banco Mundial.
Entre enero y marzo, los hogares receptores de Colombia experimentaron un aumento de 21% en el monto acumulado de ingresos por remesas.
Después se ubicó Nicaragua, que resultó 17.7% superior al observado en el primer trimestre del 2022 y después se situó México, que fue 10% superior al registro del mismo periodo del año pasado.
