Cada 23 de junio se celebra la Noche de San Juan, una festividad cristiana que conmemora el nacimiento de San Juan Bautista.
La Fiesta o Noche de San Juan es considerada una tradición pagana de origen cristiano, para celebrar el solsticio de verano en el hemisferio norte, a pesar de no coincidir con exactitud la fecha de esta festividad la cual se festejaba con una hoguera la cual representaba al fuego que purifica y quema lo viejo y malo, con el fin de dejar espacio a nuevas oportunidades y deseos. Para ello, se hacen unos muñecos hechos a base de paja, trapos o papel (mastros), que representan lo malo del año pasado.
Sin embargo, tiempo después el cristianismo la trasladó a la fecha en la que la Biblia data el nacimiento de San Juan Bautista, esta celebración comienza en la medianoche del 23 de junio, ya que de acuerdo a la Biblia es la fecha en la que nació este santo. Actualmente la noche del 23 al 24 de junio es una noche de fiesta entre amigos y familia.
Se cree que esta noche es mágica debido a las creencias paganas y cristianas alrededor de este por tal motivo existen muchos rituales para este día entre ellos:
El Ritual de las Rosas: Recoge doce rosas rojas a medianoche y déjalas en un jarrón junto a tu cama. Se dice que este ritual atraerá el amor verdadero a tu vida.
El Ritual del Agua de Manantial: Recoge agua de un manantial natural en la noche de San Juan. Guárdala en un recipiente y úsala para lavarte la cara a la mañana siguiente. Según la leyenda, te proporcionará salud durante todo el año.
El Ritual de la Vela Roja: Enciende una vela roja en honor a San Juan y pide un deseo de amor. Deja que la vela se consuma completamente para liberar tu deseo al universo.
En Tucumán queman muñecos de tela, paja y papeles con deseos escritos, para que el humo eleve los deseos y sean cumplidos.
Los campesinos celebran a San Juan Bautista, como buen augurio para la prosperidad de las cosechas de arroz.
Saltar la hoguera. Este es uno de los rituales más famosos de la víspera de San Juan y en Alicante. La tradición dice que es necesario saltar la hoguera hasta siete veces para tener suerte, mientras que en Galicia se deberá saltar nueve veces para tener un verano especial.