Morelia, Michoacán.- La indiferencia y omisiones de la Federación para atender y combatir la violencia en nuestro país, ocasionaron que el 2020 fuera uno de los años más violentos para las mujeres y las niñas, en el que desafortunadamente 3 mil 723 fueron asesinadas, lamentó la presidenta de la Comisión de Igualdad Sustantiva y Género en la LXXIV Legislatura del Congreso del Estado, Lucila Martínez Manríquez.
Por ello la legisladora convocó a que como sociedad se trabaje para combatir conductas que frenen el desarrollo de las mujeres y se apueste por una cultura de respeto y un entorno libre de violencia, pero también instó al Gobierno Federal, asumir su responsabilidad como Estado, y destinar los recursos económicos, que apuntalen las políticas públicas encaminadas a combatir este flagelo.
Si bien, reconoció, que en nuestro país se ha fortalecido la legislación para el combate del feminicidio y violencia contra la mujer, señaló que el garantizar la justicia y combatir a la impunidad son los grandes pendientes en nuestro el territorio nacional, pues siguen ocurriendo homicidios ante la indiferencia de la autoridad federal, que ha mostrado su desinterés por las mujeres, pues se recortaron recursos a diversos programas y acciones encaminadas a su apoyo, indicó la legisladora.
La diputada local reprobó el desinterés de la Federación para impulsar políticas públicas en beneficio de las niñas y mujeres, al disminuir recursos para este sector y no apostar por acciones integrales que contribuyan a generar un entorno libre de violencia.
Además, expuso que los estados del país y organizaciones como la Red Nacional de Refugios no bajan la guardia en la atención, y combate a la violencia contra la mujer, pese a las limitaciones presupuestarias, pero puntualizó que es necesaria la intervención del Gobierno Federal.
Consideró preocupante las estadísticas dadas a conocer por la Red Nacional de Refugios en las que señalan que, de enero a diciembre del 2020, se registraron 16 mil 933 delitos de violencia sexual contra las mujeres, niñas y adolescentes, cifra que sigue incrementando ante el evidente desinterés del Estado Mexicano para hacer frente a este problema nacional.
