Al conmemorarse este domingo el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, el diputado, Víctor Manríquez, destacó la importancia de empezar a llamar a las cosas por su nombre.
El tipo de violencia que se ha venido registrando en México, da elementos suficientes para hablar de terrorismo, pese a la renuencia del Gobierno Federal por aceptarlo, recalcó Manríquez González, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática.
Al conmemorarse este domingo el Día Internacional de Conmemoración y Homenaje a las Víctimas del Terrorismo, el legislador destacó la importancia de empezar a llamar a las cosas por su nombre para poder instrumentar estrategias adecuadas para darles respuesta.
“El Gobierno Federal ha pretendido minimizar la situación al asegurar que lo que se ha vivido en el país en las últimas semanas no son hechos terroristas, lo que sin duda preocupa porque evidencia, una negativa que impide la generación de una estrategia adecuada para el tipo de violencia que se está registrando”.
El legislador recordó que son miles de víctimas las que se acumulan en territorio nacional producto del accionar cada vez más violento de la delincuencia, en donde Michoacán tiene amarga experiencia al respecto.
Recalcó que el Código Penal Federal es claro al establecer penas por terrorismo cuando a quien usando –entre otros- explosivos, armas de fuego, por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, intencionalmente realice actos en contra de bienes o servicios, ya sea públicos o privados, o bien, en contra de la integridad física, emocional, o la vida de personas, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad o a un particular, u obligar a éste para que tome una determinación.
“Es claro que hemos presenciado ataques directos contra la población civil para infundir terror, y presionar que las autoridades actúen de cierta manera, por ello, es necesario que la Federación asuma sus responsabilidades en la materia, nombre a las cosas por lo que son, y dejé de actuar con base a cálculos de costos políticos”.
