Hay muchos estudios que indican que es muy importante poner al bebé piel con piel con la mamá desde el primer momento de su nacimiento. Desde los primeros instantes de vida, el vínculo corporal con el recién nacido es fundamental, y el contacto físico con sus padres ayuda a fortalecer el apego y la comunicación afectiva. Algunos de los beneficios de esta práctica son la mejora de la adaptación del recién nacido al medio extrauterino, la mejora de la capacidad de termorregulación del bebé y el estímulo proporcionado por el contacto.
Durante los 9 meses que dura la gestación, el bebé está en contacto directo y continuo con el cuerpo de la madre, por lo que el contacto piel con piel con el bebé recién nacido es un derecho que debe ser respetado. No olvides la importancia del contacto piel con piel con el bebé cuando intentes facilitar la lactancia después de una cesárea, ya que este tipo de vínculo ayuda a fortalecer el apego y la comunicación afectiva.
